Capitulo 3

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Narra Madison


Efectivamente no dormí nada en lo que restó la madrugada, al día siguiente tenía ojeras y mis ojos se veían cansados. Más de lo normal.

-¿No dormiste nada? - Pregunto Emmy mientras organizaba su cama.

-¿Tú que crees? - Masculle intentando calmarme un poco, no dormir me estresaba.

-Creo que deberías de contarle a los demás - Habló un poco bajo y me plantee si en realidad debía hacerlo y como lo haría.

-Supongo - Suspire - Pero no se como hacerlo.

-Solo diles lo que me dijiste anoche.

Reí - Sinceramente Emmy, anoche tenía unas copitas encima.

-¿Y eso que? ¿Quieres que te traiga otras botellas o...?

La interrumpí - No, solo... No se como hacerlo.

-Pues dices que debes irte y que es por lo de Hogwarts y toda esa cosa que te dijo Hermione.

-Ojalá fuera tan fácil.

-En realidad, lo es.

Negué con la cabeza - No lo es, no es fácil decirle a las personas que quieres, que ahora debes irte, que debes abandonarlos y que no sabes si volverás a verlos.

Ahora entendía perfectamente como me hubiese sentido, en el momento en que tuve que irme de Hogwarts y decidiera hablar con mis amigos.

Mis ojos se humedecieron y antes de que cayera la primera lagrima Emmy estaba frente a mi.

Sus manos descansaron en mis hombros y me obligó a mirarla fijamente - Lo entiendo Mady, yo te ayudaré si quieres, no debes preocuparte, siempre estaré contigo.

Eso solo sirvió para que lágrimas calientes se resbalaran por mis suaves pómulos. Agache mi rostro.

-Te quiero mucho - Hable - Gracias por todo lo que has hecho por mí desde que llegue.

Ella río y negó con la cabeza, se que también lloraría si seguíamos en modo sensible.

-Ni lo digas que me pongo a llorar.

Reí por lo bajo - Lo se, lo siento.

Ella me ofreció su más sincera sonrisa y señaló la puerta - Anda, es hora de hablar con los demás y solucionar cómo haremos para que te vayas.

Asentí y le dije que me dejara entrar al baño antes, debía corregir mi maquillaje ya corrido.

Ella solo asintió y salió de la habitación.

Sin embargo, un sonido poco común me obligó a regresar a la habitación. Sonreí al ver a la pequeña lechuza salir de un cajón abierto en la cómoda de Emmy.

-¿Que haces aquí pequeña? - Sonreí y me acerqué a ella - ¿No deberías volver?

Ella se acercó a mi y me dejó tocarle la cabecita.

Sonreí y le abrí la ventana - Es mejor que vuelvas a tu casa, no vaya ser que Ron piense que ya te fugaste, eh.

La lechuza volteo la cabeza como si tratara de entenderme y se acercó a la ventana.

Miro el cielo y sus alas se extendieron para salir volando.

Observé como desaparecía poco a poco entre las nubes y suspire.


-Que tú... ¿Que? - La cara de decepción y tristeza de Cris me ablando en corazón mas de lo que ya estaba. Lloraría aquí mismo.

Fuimos Juntos | Segundo libro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora