Tu mascota, te a acompañado casi en todos tus años de niñez, tu padre te lo regalo en tu cumpleaños ya que te sentías muy sola. se sentía culpable porque casi no te prestaba la atención que merecías pero eso era por culpa del trabajo siempre regresa...
Como cada mañana tu mascota, Caín, te lamía tu rostro para despertarte. Esta vez fue raro, sentías algo pesado aplastar tu cuerpo, no te podías mover abriste tus ojos despacio ya que te calaba la luz del amanecer.
-Ama! Buenos días!
Abriste tus ojos como platos, encima de ti había un chico de cabello rubio, sus ojos eran verdes y... Estaba desnudo, aplastandote.
-Que... QUEEE?! --con pánico empezaste a moverte bruscamente--
-ugh ama que pasa?
Usando toda tu fuerza, con tu pierna empujaste al desconocido así cayendo en el suelo.
-QUE HACES PERVERTIDO, ESTA ES MI CASA, QUE ESTAS HACIENDO EN ELLA?!... un segundo...
Analizaste tu departamento, no había rastro de Caín.
-au eso dolió mi ama.
Miraste al sujeto enojada y con miedo al mismo tiempo.
-DONDE ESTA MI CAIN?!, MI PERRO. LE LLAMARE A LA POLICÍA.
Agarraste tu teléfono, pulsaste las teclas de los números y empezó a sonar.
-Que pasa? Estoy aquí, por qué me miras con esa cara? Acaso... Me vas a abandonar? --dijo empezando a llorar--
Escuchaste el sollozo del tipo, el gemido de tristeza se escuchaba igual que Caín. Alejaste un poco tu teléfono de tu oído para mirarlo bien. Tenía su cabello del mismo tono de tu mascota, sus ojos igual, eran del mismo color.
-novecientos once, cuál es su emergencia? --escuchaste la voz de la mujer a lado del teléfono, colgaste sin más--
Puede, pero debo estar loca para que creer que el... Sea caín... Suspiraste, no podías creer que ibas a hacer eso.
-Cain...?
El estaba sentado en sus piernas, levanto la cabeza emocionado, parecía que se podía ver su cola moviéndose de un lado a otro.
-Si mi ama! --dijo con tanta emoción--
-Si... Si eres tú? --te acercabas poco a poco a el--
El solo asintió sonriendo.
-demuestralo --el inclinó su cabeza a un lado sin entender-- ah sí es como el. Demuestra que eres mi caín.
Aún seguía con la cabeza inclinada, tu mascota también hacía lo mismo cuando no entendía una cosa que le decías.
-no se cómo demostrarlo... Pero recuerdo cuando conocí a mi ama, me llevaste a tu habitación y de abajo de tu cama agarre un peluche.
-mmm podrías decir otra...
-uhh... Oh! ayer un humano desconocido vino a la casa, pensé que te iba a alejar de mí pero el humano era un amigo de mi ama.
-donde está tu collar?
-ah! No sé... --dijo triste-- desperté y no lo tenía. Perdón, perdí el regalo de mi ama...
Cuando estabas demasiado cerca de el alzaste tu mano, nerviosa ponías lentamente tu mano en su cabeza. Cuando ya estabas tocando sus cabellos rubios, empezaste a frotar tu mano contra su cabeza, así acariciándolo.
Caín había cerrado sus ojos dejándose acariciar por tí. Agarraste su cabeza con ambas manos posicionadas en sus mejillas. Lo mirabas atentamente.
-Si eres tú... No?
El solo te miraba con inocencia. De repente a Caín le había salido sus ojeras, sorprendida dejaste de sujetar su cara; alejando te un poco de el, viste que también había aparecido su cola, así transformándose por completo. Dejando a la vista al Caín que conocías.
-Que mierda...
Te quedaste sin palabras, estabas sumida en tus pensamientos procesando lo que acabas de presenciar. Tu teléfono comenzó a sonar bajando te de las nubes.
-Si?
-(__)? Dónde estás? Te estoy esperando afuera del campus, llegarás tarde?
Miraste por unos segundos a caín. Te miraba directo a los ojos con las orejas caídas.
-Si yeonho, llegaré tarde. No te preocupes. --dijiste colgando el teléfono-- Que haré contigo...
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