Fragmentos | Destino#2

Capitulo 05

Hola, recuerden que esto es un borrador.

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Parte I.

Chloé, Chloé, Chloé. Ese nombre estuvo rondando en mi mente toda la noche, haciéndome desvelar.
Aquel correo me dejo realmente pensativa, pero no respondí puesto que aún permanezco sorprendida, de igual modo, intrigada. He querido saber de mis padres biológicos desde hace mucho tiempo, y ahora, teniendo la posibilidad de saberlo, temo.
Las circunstancias no son..., fiables.

Salí a trotar como de costumbre cada mañana, pero solo con Marley ya que mis amigas, no asistieron. Estoy exhausta más de lo que habitualmente quedo en consecuencia de que, Marley persiguió un patinador y tuve que correr detrás.

Pobre chico, mi can lo logró alcanzar y quitarle su patineta, pero si no hubiese llegado a tiempo la destroza.

— ¡Marley, no! —Le llamo la atención a mi perro que está destrozando las flores del jardín principal del vecino — , ¡Que no! ¡Hazme caso! —Le halo de la correa con fuerza.

—¡Buenos días, vecina! —grita una voz masculina.

Carajos.

Me detengo de inmediato en el sendero que da hacia la puerta de la casa de mis padres.

Contemplo un rato a aquel chico rubio, cuerpo atlético, estatura igual a la mía y tiene ojos negros. En resumen: Es simpático. 

A mí me gusta Eithan.

—Sí, ¿Que necesita? —digo al tenerlo frente a mí y tomando una postura seria porque ya sé el tema de conversación.

Pone sus manos a ambos lados de su cintura.
—Bueno, vecina resulta que tengo una cachorra Golden en mi casa  —dice educadamente. Por otra parte, asentí con la cabeza —, y su perro… —Le mira con desprecio a mi can—, si es que se le puede llamar así a ese...

Enarque una ceja, dudosa.
—¡Disculpe! , ¿Cómo si es que se puede llamar así? —digo enfurruña

Abrió los ojos un poco sorpresivos y levanta ambas manos.
—No quise molestarla. Es que su perro parece un gato saltando paredes y...

Enarque mas la ceja.
—…Mi perro no tiene complejos de gato, simplemente es único. Y ¿Ese es el asunto? Porque si es así, no me interesa.

—Bueno al grano. Mi Golden está en celos entonces, quiero evitar que su perro, la monte.

Je,je.

Ups, ya es demasiado tarde.

—¿Perdón! —digo ofendida, llevando la mano al pecho —. No es el único perro, existente en la cuadra.

Se cruza de brazos y enarca la ceja. La cosa va seria.
—Pero es el único que cruza a mi jardín. Además, tengo pruebas, así que le agradezco que lo mantenga amarrado o mejor dicho castre a su perro.

—¿Qué... —digo en un hilo de voz —, no le voy a quitar las joyas a mi perro. Si esta tan seguro de lo que dice, muestre sus pruebas.