Capitulo 28

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.David.


Mi cerebro aún procesa todo lo que esta sucediendo igual modo mi cuerpo, no reacciona ante nada. Solo siento el frío recorrer lentamente mi columna al sentir que una parte de mi, se va.

Estamos a punto de perder a nuestra martes trece.

Aisló la mirada, observando sus rostros atónitos, tristes, pero sobre todo a Eithan y Chris, devastados.

Estar consciente de que perderemos a Alicia es un golpe duró para todos, pero sobre todo para ellos porque la aman de manera distinta, sin embargo, yo tambien la amo, tambien me duele saber que perderé a mi mejor amiga.

Retomó la mirada al frente y respiro profundo, cerrando los ojos. Un flash del pasado pega fuerte en mi mente y sobre todo en mi corazón.

Alicia, estaba sentada en un banquillo de la escuela en hora libre, disfrutaba de su desayuno y yo solo la miraba tan solitaria en ese entonces, pero en ese instante unos críos se acercaron a ella. En ocasiones los veía como le molestaban por su aspecto físico y no entendía ese grado de tontería por lo que simplemente usaba.

—¡Basta! ¡Dañaran mis lentes! —exclamo, brincando para alcanzar sus lentillas que sostenía uno de los chicos.

Solo los escuchaba reírse de ella y como cada uno soltaba palabras hirientes haciendo que poco a poco, se apagará y dejara de luchar por sus cosas.

Un impulsó desconocido, me llevo a dar dos pasos hacia ella y sin darme cuenta, ya estaba quitando las lentillas que sujetaban los demás.

—¡Ya déjenla en paz! —dije autoritario, empujando y colocándome en el medio.

—No te metas, rarito —suelta el mas alto.

Sentía miedo,pero no quise retroceder. No importaba si me usaban de bolsa de boxeo como lo hacen siempre porque sentía la necesidad de protegerla.

Retrocedo de golpe debido a que me golpearon en el abdomen
—Acaso, ¿Quieres que te golpeé? —indaga uno.

Paso saliva debido al miedo que esos chicos creaban en mi.

—No quiero que te golpeé, vete por favor —.Sujeto mi mano en cambio yo, volteé a verla.

Admiré dos lindos ojos grises, mirándome en suplica que me alejara, pero su mirar no transmitía eso, su mirada me cargo de energía y su contacto físico calmó mi cuerpo, despejo mis miedos y por un instante sentí que había encontrado algo en ella, algo que no buscaba y que ni sabia que algún dia necesitaría. Amistad.

—... Por favor, vete. He visto como ellos te golpean, no quiero que salgas lastimado por mi culpa —dijo sutil, apretando mi mano.

En ese entonces no se que me motivó a acercarme para ayudarla, pero sin duda, fue la mejor decisión.

Suelto una ligera risa al trasladarme mentalmente por cada uno de mis recuerdos junto a ella. Las tardes en el parque viendo las nubes, las noches de películas en su casa y así sucesivamente pasan hasta quedarme en aquel final de año frente a un lago lejos de la ciudad.

El cielo iluminado por los fuegos artificiales y ella admirando tal espectaculo, mientras que yo no despegaba mi mirada de ella. Ella es hermosa y con el tiempo se volvió aún más y en aquellos pensamientos en el cual la contemplaba, sin darme cuenta, mis labios, besaban los suyos.

Fragmentos | Destino#2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora