*Capitulo 39*

6.4K 433 28
                                    

Un pequeño silencio se establece en la habitación, uno en el cual ambos nos miramos, sin distraernos por nada, tan solo quietos, descubriendo cómo su rostro adquiere varios cambios, unos que le dan un giro al ambiente en cuanto Erick es el primero en decir palabra.

- no - espeta negando mientras trago saliva, con las lágrimas sin poder contener, tan solo derramándose gota por gota -  Annastasia, por favor, no... dime que es mentira.

No digo nada, tan solo doy un paso hacia atrás, intentando de cualquier forma que mi corazón no siga siendo lastimado.

- Annastasia, no puedes acabar esto... n-no puedes, yo volví por ti... yo te amo, no sabes como lo hago, por favor, no me dejes - pide en un tono de voz angustiado, dando un paso hacia mi, intentando acortar la distancia que quiere poner entre los dos.

Quisiera decir que todo será de nuevo sencillo, que en verdad la situación se podrá arreglar, y otra vez todo será perfecto como yo creía que lo era, pero en estos momentos me doy cuenta que no todo es tan cierto como lo pintan en las películas, donde crees que con unas simples palabras el daño puede revertirse.

Por primera vez en mi vida quiero ser quien tome una decisión, no quiero que los demás la tomen por mi, y en esta ocasión, esta ha sido mi decisión, sin importar nada, porque no quiero seguir siendo lastimada.

- no me hagas esto, tu no, tu no me dejes... no me abandones - da un nuevo paso en mi dirección, casi que a la ves que yo lo doy hacia atrás - te estoy contando cuál es la verdad, no te alejes de mi, prometo que volverás a confiar, lo juro Annastasia, hare que confíes en mi.

Los pasos siguen hasta que me encuentro contra la pared, a nada de distancia de su cuerpo, dándome así aviso para el momento exacto en el cual mis manos son ubicadas en su pecho, buscando no establecer más contacto.

- no sigas, no lograras conseguir nada, tomé una decisión, y esa es no ser mas tu prometida - suelto aquellas palabras en un hilo de voz, causando que él niegue repetidas veces.

- no, yo se que me equivoque, se que calle, pero te lo estoy contando ahora, te lo estoy diciendo todo, ¡no tengo mas secretos!

- tarde... demasiado tarde, decidiste contármelo cuando viste que me iba, cuando te diste cuenta que tu plan se estaba cayendo al barranco.

Erick guía sus manos hacia mis mejillas, buscando lograr algún contacto, uno que de inmediato rompo, ni dejo que se acerque, ya que me escabullo por debajo de uno de sus brazos, para así contemplarlo a lo lejos.

- no te dejare Annastasia, no voy a permitir que te alejes, ¡no lo haré! - espeta girándose en mi dirección.

- no puedes hacer nada, por primera vez en mi vida tomare una decisión, y esa es no tenerte mas cerca, asi que te pido que no me vuelvas a buscar, no te me acerques mas, porque no quiere verte el rostro nunca más en mi vida, ni a ti, ni a la familia de mentirosos que tienes.

No me centro en su rostro, no lo enfoco, tan solo me giro en mi puesto buscando salir con mi dignidad intacta, queriendo no caer más y alzar la cabeza.

No quiero demostrarle mas el daño que ha provocado en mí.

Mis pasos son dirigidos rumbo a la puerta, donde hago el intento de abrirla, pero una mano llega por detrás mío para impedir aquella acción, consiguiendo que pueda sentir la respiración de cierta persona en mi oído.

- no voy a cumplir aquello que has dicho, tenlo muy presente Annastasia, no voy alejarme de ti, voy a volver a tenerte, haré que confíes en mi, arreglare todo este desastre - suelta con voz ronca, logrando que una parte muy pequeña en mi interior se emocione, mientras la más grande tan solo quiere que quite la palma de su mano del lugar donde impide mi salida.

PrometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora