Siempre pensé que después de todo lo malo llega lo bueno, que se ve la luz al final del túnel, que quizás las cosas pueden cambiar, pero jamás me imagine que cuando las esperanzas se encuentran latentes, llega un maldito terremoto que destroza todo, se lleva todo, y no te deja nada mas que un sabor agrio en la boca, uno que te hace pensar en lo estúpida que has sido.
Quería pensar que estar con Erick seria una nueva oportunidad, algo bueno, algo mejor, pero aquellas lagrimas que en estos momentos no dejan de salir por mis ojos, dificultándome un poco la bajada de escaleras, no hacen nada mas que asegurarme que todos pueden causarte tanto daño como se lo permitas, que nadie se encuentra apartado del dolor, y que todo es mi culpa por haber dejado entrar a un hombre que aparentemente nunca conocí.
Bajo lo más rápido que puedo al primer piso, todo mientras la presión en mi pecho se mantiene, las ganas de romper todo y por fin descansar de las mentiras que han venido construyendo mi vida.
Veo a bastantes personas en el lugar, unas que a penas miran mi rostro no pueden parar la curiosidad en su cuerpo, una que a pesar de todo no me acongoja ni me hace agachar la cabeza.
Intento correr a cada persona que me obstruye el camino, centrándome en el único objetivo que ahora tengo presente, salir de esta maldita casa.
A lo lejos puedo escuchar varias voces conocidas, unas que en estos momentos no me interesa saber lo que dicen, pero que, aun así, logran distraerme un poco, consiguiendo que unas manos se establezcan en mis hombros deteniendo mis pasos.
- Anni, ¿Qué te ocurre? – escucho las palabras de un Ty preocupado que ahora lleva sus manos a mis mejillas, buscando centrar mi mirada aguada en la suya preocupada.
- Yo... es... - sollozos, muchos salen de mi boca impidiendo que algo salga, que pueda expresarme, mientras las imágenes, esas malditas imágenes vuelven a mi mente – me quiero ir...
- Espera... primero debes calmarte... no puedes salir así a la calle, además es el cumpleaños de Erick, no creo que eso este bien... el que lo dejes solo – no puedo evitar soltar más lágrimas.
- No me necesita... tiene muy buena compañía... - suelto con enojo y tristeza, sorprendiendo al hombre que se encuentra enfrente mío.
Ty esta apunto de soltar palabra, cuando otra voz se hace escuchar, atrayendo aun mas la rabia e impotencia en mi cuerpo.
- Pero bueno Annastasia, pareciera que hubieses escuchado algo muy feo – Veronica se hace notar, mostrando una gran sonrisa – ¿o quizás viste algo?, ¿o puede ser ambas?
Ty arruga su entrecejo sin entender ninguna palabra, mientras que yo puedo saber perfectamente como esta venida, esta fiesta, todo fue planeado por ella, para que yo estuviese pasando por este dolor y esta asquerosa sensación.
- Debiste saber que no pertenecías a nosotros, que todo esto era mentira, ¿acaso no lo sospechaste al ser todo tan repentino?, el como Erick se esforzaba tanto a pesar de recibir los desplantes de una niña mimada.
- Veronica ya basta – espeta Ty en un tono de fuerte, justo antes de verme con una mirada de preocupación, una que no es nada parecida al gesto de burla que mantiene la mujer a su lado.
- Por favor Tyler, deja ya de fingir, ese teatrito barato ya no es necesario, ella lo sabe todo – suelta causando que sienta como mi cuerpo sufre una decaída al ver reflejado en los ojos de Ty como no esta mintiendo.
- Esto no puede ser, ¿también lo sabias? – cuestiono ya sabiendo la respuesta de antemano.
- Anni yo...
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Prometida
Novela Juvenil-¡ ya basta Annastasia!- dice mi mamá. -¡¿ que quieren que haga?, él se fue, no dijo el porque, solo se fue y ahora esperan que lo reciba con los brazos abiertos! - ¡ es tu hermano!- dice mi mamá furiosa. -¡ no lo es, mi hermano se murio el día que...