Cambios.
Siempre han dicho que los cambios son buenos, que estos permiten a la persona salir de la rutina, realizar un nuevo rumbo, ampliar sus horizontes. Pues debo decir que el rumbo que pensaba que tomaría hace unos años es muy distinto del que en verdad esta tomando.
¿Me molesta? Ni un poco.
Comienzo a pensar que las cosas suceden por alguna razón, que quizás todo ocurre en el momento adecuado, y que a veces es bueno dejar que la bomba explote, solo si esto motivara hacia nuevas decisiones.
Ha pasado ya tres semanas desde que me reuní con el padre de Nikolia, desde que pude conocerlo, y debo decir que incluso me cayo mejor de lo muchas personas lo han hecho en mucho tiempo.
Me agrado tener una platica con él, me agrado su sinceridad, algo no muy propio en esta sociedad en la que toda mi vida estaré rodeada, me agrado como no se deja llevar por prejuicios, y en especial que no necesito que mis padres pactaran algo con él, no los necesito, tan solo a mi, quien soy la principal implicada, a quien si tomo en cuenta, no como la mayoría de personas hace.
Cabe admitir que ahora muchas cosas cobran sentido, muchos aspectos del ruso tienen de donde salir, la manera en como se expresa, la forma en como no tiene pelos en la lengua para comentar lo que piensa, y como prefiere tener las cosas sobre la mesa, los puntos claros antes de cualquier otro posible paso que pueda ser dado.
Ya con todo esto mencionado, debo decir que me agrada la sonrisa en el rostro de cierto hombre ruso que me ayuda a bajar las ultimas cajas que hacían falta por dejar en este inmenso apartamento.
Después de pensar bien las cosas, después de ver la determinación de Nikolai para que diera el siguiente paso, después de conocer un poco a su familia, o mas bien a su padre, quien es prácticamente el único familiar que posee, o al menos el único que le importa, llegue a tomar un decisión.
- muy bien, creo que esa era la ultima - espeta Nikolai antes de dejar la ultima caja que hacia falta por bajar y entrar al apartamento.
Comienzo a caminar por este inmensamente llamado apartamento, el cual ya en varias ocasiones había visito, dormido, pasado bien mi tiempo, pero que ahora comienza verse de otra forma, una en la cual soy participe de su mantenimiento.
Pasar de estar aportando por gastos iguales con el apartamento que compartía con Priscila, a estar ahora en este que compartiré con Nikolai, tiene básicamente amplias diferencias en pagos, pero aun así puedo costeármelo, puedo asumirlo, si no fuera así no aceptaría la petición del ruso.
Pronto siento una grande y calurosa presencia detrás de mi cuerpo, una que lleva sus brazos alrededor de mi cintura, para así de un movimiento conseguir acercar mi cuerpo al suyo, permitiéndome sentir todas las bien elaboradas partes que posee, justo antes de tener su barbilla en mi hombro derecho.
- entonces, como te sientes, ¿compañera de piso? - cuestiona en un tono encantadoramente ronco, provocando que los vellos de mi nuca se ericen por completo.
- me siento bien, aunque me quede mucho trabajo por hacer desempacando todas mis cosas - expreso llevando las palmas de mis manos sobre sus brazos descubiertos, permitiéndome tantear esos músculos que ha estado tonificando últimamente.
- tranquila encanto, que te ayudare para que termines rápido y así podamos celebrar tu compañía - casi que ronronea en mi oído, mientras sus dedos comienzan a moverse en circulos sobre la tela de mi camisa, causando que después de unos cuantos segundos, pueda realizar contacto las yemas de sus dedos con mi piel - ¿pero que opinas de tu nuevo compañero?
Sonrió un segundo antes de ser girado mi cuerpo, para así tener en frente mío su rostro, su cuerpo, sintiendo sus brazos rodeando aun mas mi cintura, acercándome un poco mas a su cuerpo de lo que pueda ser posible, consiguiendo que mis manos den a parar a sus hombros como búsqueda de un soporte.

ESTÁS LEYENDO
Prometida
Fiksi Remaja-¡ ya basta Annastasia!- dice mi mamá. -¡¿ que quieren que haga?, él se fue, no dijo el porque, solo se fue y ahora esperan que lo reciba con los brazos abiertos! - ¡ es tu hermano!- dice mi mamá furiosa. -¡ no lo es, mi hermano se murio el día que...