*Capitulo 41*

6.3K 442 57
                                    

Avanzar, seguir adelante, esas son dos de las tantas palabras que me repito en mi mente, buscando convencer que tal ves solo debo dejar pasar el tiempo, porque dicen que este todo lo cura, todo lo olvida, y todo lo perdona.

Acerca de ello solo puedo decir que es una absurda mentira para buscar mejorar el animo de las personas.

No es posible que yo pueda olvidar de lo que me he enterado, no es posible que pueda dejar atrás que mi padre es culpable de una muerte, que mi madre es cómplice, y que ahora yo también lo soy, pero ¿que es lo que puedo hacer en esta ocasion?

Tampoco puedo dejar pasar el hecho de que en el colchon de mi cama, enfrente mío reposa un collar de bastantes millones, uno que me ha sido regalado por quien sabe quien, y uno que a pesar de todo, algo en mi quiere no adivinar de quien se trata, prefiere dejar todo a la imaginación, a la expectativa, porque cuando los sentimientos están involucrados nos volvemos idiotas creyentes.

¿Él pudo ser quien me lo obsequio?, ¿acaso esta haciendo lo que me dijo?, ¿intentando recuperarme?

Esas son preguntas que hasta Priscila quiere saber su respuesta.

Con un nudo en mi garganta giro mi rostro para contemplar el vestido azul marino que descansa en el otro lado de la cama, con unos tacones del mismo color, además de contener varios diamantes brillantes pequeños en los alrededores.

Una celebración, después de que acabo de romper mi compromiso, después de enterarme de tantas cosas, nada puede ser mas propenso que eso, no cabe duda que mis padres no saben en que momento puede ser acorde para algo.

- eres la heredera de un imperio, debes levantar la cabeza e ir adentrándote a este mundo, porque dentro de muy poco estarás en la universidad, preparándote para seguir mis pasos 

Repito las palabras de mi padre en mi mente, pensando que lo mejor será dejar a un hombre cuya confianza no le tengo, y que su familia no cabe duda que me desprecian por un pasado del cual no soy culpable.

Decido levantar de la cama para así dirigirme a la ducha, para poder empezar a prepararme para lo que sea que se avecine esta noche.

-a mi jefe le encantara oír eso

Su jefe, no puedo evitar recordar a ese hombre, la forma en como sonreía, en como mostraba familiaridad, una que no creo que sea pertinente puesto que ni le conozco.

Tantas cosas en mi mente, muchas ideas y perspectivas que solo me hacen pensar en que quizás debería alejarme de mi familia, de mis padres, buscar un nuevo rumbo, un nuevo comienzo en donde no tenga personas con secretos a mi alrededor.

Esa idea aunque puede parecer buena, no considero que huir de mi presente sea lo mas pertinente para esta ocasión.

Termino de bañarme para asi colocarme el vestido y comenzar a maquillarme, aplico las sombras no tan oscuras, no debo olvidar que las "fiestas y celebraciones" de mis padres siempre son bien elegantes.

Me pongo mis tacones para asi mirarme en el espejo, detallando como quede, pero en eso un brillo hace que gire mi rostro rumbo a aquel collar, rumbo a esos diamantes que aun sin saber quien es el dueño, puedo ver como quedan muy bien con lo que estoy utilizando.

Es un regalo de todos modos, supongo que puedo empezar a usarlo.

No pasan varios segundos antes de que se adentre a mi habitación mi madre, quien esta a punto de decir palabra cuando al mirarme completamente prefiere callarlas.

- si vienes a decirme que ya debo bajar, no hay problema, estoy lista - ella sonríe.

- te ves muy bien hija, no cabe duda que te pareces a mi.

PrometidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora