Arizona, Phoenix–2016, Agosto-6
Arizona Slowt
He tomado un tranquilizante, mi cumpleaños por alguna razón siempre me ha puesto nerviosa, es decir, siempre me ha provocado ataques de pánico. Una vez al año cumplo años, una vez al año me da un ataque de pánico, es como si fuera un regalo del universo hacía mi persona.
Qué regalo más mierda.
¿Lo dije antes, cierto? ¡Hoy estoy de cumpleaños! Cumplo exactamente dieciséis años, tuve suerte de nacer en el 2000 y así nunca equivocarme con mi edad.
Mi madre me ha preparado una pequeña fiesta de cumpleaños, con un pastel y unos pocos amigos, también familiares cercanos, no somos más de quince personas. Hay decoración en la sala y en el patio, en la entrada solo hay un letrero de "¡Cumpleaños de Arizona, aquí es; no te pierdas!" Mi mamá dice que poco a poco dejo de ser su pequeña, eso no impidió de que llenará bolsitas con dulces y qué platos y vasos sean de coronas y flores, dice que soy una princesa y que merezco coronas y flores. Es su excusa para decirme que para ella siempre seré su princesa y si por ella fuera; todos mis cumpleaños serían de princesa, flores o muñecas.
Hoy me ha despertado a las nueve de la mañana, cantándome las mañanitas y con un desayuno, huevo revuelto, tocino, frutas, jugo de naranja, café y no sé qué más. Solamente puedo decir que comí y mi estómago quedo más que contento.
"Feliz cumpleaños, mi amor. Eres mi orgullo y siempre lo serás, mi princesa hermosa. ¡Tenemos cumpleaños!" Fueron sus palabras, ¿y qué puedo decir? Ella siempre dice que está orgullosa de mi pero nunca me canso de escucharla, siempre siento la misma emoción.
Así que, estoy en mi habitación arreglándome. Medias negras gruesas y un suéter tipo vestido con aspecto tejido que me llega a los muslos, unas botas negras y mi pelo en una cola alta. Una corona pequeña plateada en mi cabeza, collar con un detalle negro que hace juego con mis aretes y pulsera. Protector solar, mi bb cream porque aun no uso base, rubor, un poco de iluminador y mis párpados tienen un maquillaje en tonos café, delineador y labial rojo suave. Hoy me siento como una verdadera princesa, me siento feliz conmigo misma y me siento muy agradecida con mi mamá por consentirme, claro, debo portarme bien porque ella tampoco es que sea alcahueta.
La música suena abajo, por mi ventana puedo ver como se van estacionando los automóviles. También puedo ver el montón de regalos que bajan por persona. No son más de quince personas pero, ¡qué de regalos! A mi me gustan muchísimos los regalos, me intriga demasiado saber cómo me ven las personas, que les recuerda a mi. Aunque la primera persona que bajo, traía tres regalos, no se decidió.
Me aparto de la ventana y me veo en el espejo de cuerpo completo, hago unos últimos retoques, me perfumo y suelto un suspiro. Es hora de bajar.
Con seguridad salgo de mi cuarto, no reprimo la gran sonrisa que llevo en mi rostro, estoy emocionada. Las risas de las personas se van mezclando con la música a medida de se bajo las escaleras. Estoy en los últimos escalones y me detengo.
–¡Ha llegado la reina de esta casa! –Exclamó, llamando la atención de todos y viendo en sus miradas el cariño que me tienen.
–Princesa, la reina soy yo. –Habla mi mamá mientras ríe, acercándose a mi y dándome su mano para bajar los últimos escalones. –Te ves preciosa. –Besa mi frente.

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Secuestrada
Misteri / Thriller"No tienes escapatoria, lo mejor que puedes hacer es resistir, resiste hasta que la muerte llegue por ti." Es para todas las personas que quieren volver a casa siempre. Para todas aquellas a las que le arrebataron la libertad.