𝚃𝚁𝚄𝙷𝙰́𝙽 | 𝚈𝚎𝚆𝚘𝚘𝚔

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A menudo se dice que el verdadero caballero es listo, tenaz, audaz, un completo dueño del destino que está destinado a la guía de su familia por excelencia, Choi Siwon siempre se consideró a sí mismo como un caballero desde la cuna, con un apellido de renombre y una cuantiosa fortuna, Choi Siwon siempre estuvo destinado al éxito, no dudo de ello ni siquiera cuando le recluyeron de la sociedad por haberse desposado con con gitano sin apellido alguno, un ser considerado una indomable bestia casi inhumana; a decir verdad Siwon nunca se había arrepentido genuinamente de casarse con su amado y bello esposo, Choi Heechul. Sin embargo los años no pasaban en vano y los comienzos de canas en su cabello le gritaban que era momento de encaminar a cada miembro de su familia para cuando él no estuviese, había entrado ya en la edad en la que los funerales son más continuos que los bailes y ello le alteraba de sobremanera.

Por un lado su joven esposo, de quien estaba seguro Zhoumi se haría cargo, además de que claro, Choi Heechul contaba con una excelente dote que le ayudaría a vivir rodeado de lujo y fortuna por el resto de sus días. Choi Zhoumi sería un excelente heredero, un hombre listo, joven, inteligente, letrado y próximamente casado, definitivamente Zhoumi era su menor preocupación, luego estaba su bello Donghae, su hijo doncel perfecto, casarle no le sería difícil, muchos caballeros respetables anhelan su mano, por lo que el joven tendría un brillante futuro sin necesidad de mucha búsqueda, sin embargo aún le queda una preocupación más, tal vez la más grande de todas, aquello que le inhibe del sueño constantemente y le provocaba dolores de cabeza al menos una vez al día, Choi Ryeowook.

El menor de sus hijos era por lo menos la mayor desilusión que había tenido en toda su vida, su hijo doncel menor rebosaba de belleza y carisma, la elegancia en el fluía nata, sin embargo tenía un problema, ese cerebro tan inteligente, tan indigno de un doncel, Choi Siwon estaba seguro de que esa cabeza suya era la culpable de que Ryeowook fuera un completo desastre andante; ¿Qué le costaba a su hijo ser obediente y callado como su bello Donghae? Siwon ni siquiera podía contar cuántas vergüenzas había pasado gracias a la gran boca de su hijo, ¡Y ni hablemos de ese soberbio comportamiento!

Frunció el entrecejo de tan solo recordar la sonrisa socarrona llena de burla que su hijo ofrecía después de aportar de forma totalmente innecesaria a las conversaciones de caballeros.

- Envejecerás con mayor premura si sigues haciendo eso - mencionó la melodiosa voz perteneciente a Choi Heechul.

Levantó la vista para encontrarse al precioso hombre enfundado en un precioso traje rojo a medida, estaba quitándose la capa, a juego, con ayuda de una de las mucamas mientras le miraba con una sonrisa discreta que no llegaba a parecer una sonrisa real.

- ¿Has salido hoy, querido? - pregunto aclarándose la garganta, tratando de inhibir el pecaminoso pensamiento de su esposo gimiendo debajo de él con el traje rojo rasgado apenas cubriendo su cuerpo.

El hombre le miró con una ceja arqueada antes de dirigirse hacia él balanceando levemente las caderas.

- Necesito un ajuar adecuado para la boda de Ryeowookie - fue su respuesta mientras rodeaba el escritorio hasta sentarse en el regazo de su marido -. Aunque la idea de la boda no sea de mi agrado, debo verme bien.

- ¡Sabía que encontrarías el lado positivo de todo esto! - exclamó Siwon con alegría, rodeando la cintura de su bello esposo y depositando un casto beso en la blanquecina mejilla contraria.

Choi Heechul apoyó la mejilla en el pecho de su esposo y sonrió melancólico sin decir nada.

¿Qué pensaría Siwon de él cuando le traicionara en favor de su hijo? Cuando Choi Siwon pudiera comprobar lo que tanto le habían advertido...

Los gitanos son traicioneros