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Deshacerse de sus tantes estaba por demás mal visto, las pobres mujeres, completamente atolondradas, habían pedido un sin número de explicaciones antes de acceder ante el cochero a ser llevadas a sus hogares y ser recogidas posteriormente, después de todo, no podían rechazar la bolsa de oro que le era ofrecida a cada una, era el equivalente a un salario, por demás esta aclarar que el cochero también se vio beneficiado monetariamente, jurándoles silencio a los jóvenes donceles antes de dejarlos a la orilla del camino junto a sus pequeñas maletas de viaje apresurado.

Y no era que los sirvientes no se preocuparan por ambos donceles, era que todos los que servían a la casa de los Choi eran conocedores del gran ingenio e inteligencia de los jóvenes, motivo que impulsaba a confiar en ellos y sus decisiones ciegamente.

Con una sonrisa amable despacharon al cochero después de que fueron dejados a la orilla del camino rumbo al pueblo, el hombre algo inseguro, se fue mirando de reojo a los donceles, que permanecieron de pie a la espera de quien sabe qué cosa. Resignado siguió su camino rumbo a su hogar hasta haberlos perdido de vista.



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- ¿Crees que tarden mucho? – pregunto Donghae – Mataré a Hyukjae por ser tan tremendamente impuntual ¡Hombre desconsiderado!

- No creo que la espera sea larga – respondió un sonriente Ryeowook -. Yesung escribía lo ansioso que estaba por verme.

- ¡Qué maravilloso debe de ser que tus cartas sean correspondidas! – se lamentó Donghae.

Ryeowook se carcajeo, permitiéndose burlarse de su hermano mayor, que, de principio se había mostrado ofendido ante tal osadía, pero luego le había seguido en sonoras carcajadas, que dejaron a ambos donceles rojos bajo los sombreros y con la necesidad de abanicarse apresuradamente.

Contrario al caso de Ryeowook, cuya tante era una romántica nata y permitía comunicación entre el doncel y su enamorado "prohibido", Donghae tenía que atenerse a su sumamente estricta tante, que no conforme con vigilar cada uno de sus movimientos desde que había sucedido su encuentro con Hyukjae, vigilaba su correspondencia y el doncel había tenido que resignarse a escribir una carta para el pirata en código, cosa que no había resultado tan bien, ya que la carta nunca fue respondida o devuelta.

𝚃𝚁𝚄𝙷𝙰́𝙽 | 𝚈𝚎𝚆𝚘𝚘𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora