- ¡Escúchame bien Ryeowook! - gritó con frustración.
- ¡No escúchame tú, no voy a casarme!
- ¡Si te vas con ese truhán dejaras de ser mi hijo!
- Entonces no soy tú hijo.
Yesung sonrió con suficiencia desde la proa del barco, viendo como su princi...
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- ¿has discutido con padre?
- Donghae, no interfieras en esto – pidió Heechul, con el rostro cansado.
Su hijo sonrió cansinamente, entendía la situación, no comprendía el tosco comportamiento de su padre, pero podía sacar sus conclusiones, al igual que Ryeowook, él era un doncel, la diferencia entre ambos radicaba en ese hogar de manera clara, su hermanito era vivaz, desfachatado e inteligente. Mientras que él, era un doncel perfecto; de buena casta, cuerpo admirable, cara angelical, bien educado – por Siwon, claramente-. Era callado y reservado, cosa que sabía que su hermanito jamás seria, a sus 18 años, Donghae era uno de los donceles más codiciados de Havel, habiendo caballeros que estaban bien dispuestos a olvidar descendiente de quien era, con tal de tener el privilegio de desposarlo, claro que su padre jamás había mencionado el matrimonio para él, quedaba claro de sobra que su urgencia era "salvar" a Ryeowook de lo que sea que quisiera salvarlo-
- Papi Hee – llamó, utilizando el mote cariñoso -. Ayudaremos a Wookie, sin importar que. – concluyo con una suave sonrisa.
Heechul sonrió, sabiendo que la cabecita de su hijo ya formulaba un brillante plan, él había criado hijos listos, no dóciles, por más que su aspecto declarara lo contrario.
- Lo haremos – exclamo alegre, pero un atisbo de tristeza cruzo su rostro -. Me temo, querido, que ahora que tu padre perdió la cabeza, será cuestión de tiempo para que busque comprometerte a ti también.
- Lo sé - Asintió Donghae -. Ya le haré saber en su momento que no tengo intenciones de casarme con ningún hombre que te menosprecie, por tanto, no planeo desposarme con ninguno de estos victorinos de mente cerrada – declaró orgulloso.
Sin poder contenerse, Heechul se apresuró a brazos de su hijo, su pequeño Donghae siempre había sido así, dulce y decidido, temía que la influencia de la familia de Siwon le hubiese afectado al grado de terminar odiándolo por ser un gitanillo, sin embargo, sus temores fueron infundados cuando, a los ocho años Donghae había vuelto a la finca a pie, después de una fiesta de té en la casa de abuela, afirmando – hecho una furia- que esas personas eran malvadas y que si despreciaban a su amado papi Hee, el los despreciaría el doble. Claro que esta furia fue inmediatamente calmada por Siwon, la situación amerito que Donghae terminara fingiendo ser el perfecto doncel que todos esperaban que fuera, dejándole la actitud poderosa y desfachatada a Ryeowook.
- Mi amado hijo – canturreo Heechul, tirando de sus mejillas, totalmente dispuesto a darle una sesión de mimos.
- ¿interrumpo, padre? – llamó una burlona voz a sus espaldas.
Heechul se giró ofendido, dispuesto a reñir a su hijo mayor por llamarle "padre" ¿Qué se creía ese muchachito?
- ¡Zhoumi! ¿Cómo te atreves a faltarme el respeto así? – reclamó, con las manos en jarras.
- Salve a Donghae – rio divertido -. Parecía incomodo entre tus brazos, papi – recalco el mote cariñoso por que llamaban a su progenitor.
A punto de responder, Heechul se vio pronto rodeado por los fuertes brazos de su hijo, que lo apresaron con amor y devoción, haciéndolo girar en el aire, riendo a carcajadas se vio en la necesidad de golpear el hombro del mayor de sus hijos, para que este lo bajase.
