Capítulo 20

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Una semana después de que Louis fuese detenido, la tranquilidad vuelve a reinar en mi casa, ya no hay rastro ni de él ni de sus cosas.

—Hay un paquete para tí—Me comenta uno de los trabajadores de palacio, llegando a mi lado.

—¿Un paquete?—Pregunto confusa pues no estoy esperando nada y él asiente, antes de dejarlo delante mío. —Gracias—Añado y él asiente antes de alejarse.

Miro el parque dudosa pues una parte de mí tiene miedo que sea otra jugada de Louis, aunque sé que eso debería ser imposible.

Cojo el paquete entre mis manos y entonces veo una tarjeta, al cogerla sonrío al ver el papel azul que tanto me suena, y eso me deja saber que se trata de Benjamin, así que empiezo a leer.

Como nuestras primeras interacciones empezaron a partir de cartas, creo que era un buen detalle dejarte en un escrito en esta ocasión también.

Te mando este regalo para celebrar que estás libre de tu atadura de Louis, pero también celebro y te agradezco que me ayudaras a hacer que mis padres entraran en razón sobre mi casamiento con Amanda Badger, parece ser que vuelvo a ser un soltero cotizado. No sé como agradecerte que me ayudaras a salir de esa locura, así que he decidido empezar por hacerte llegar este regalo.

Gracias de nuevo Catherine.

Suelto la carta y sonrío de nuevo pues estoy muy contenta de haber hecho que Benjamin también se haya liberado de los Badger.

Cuando detuvieron a Louis me encargué de que detuvieran a Amanda también, pues al fin y al cabo también era parte de la estafa que tenía organizada esa familia y me presenté en Lichelle para poder exponer el caso a los padres de Benjamin pues viendo como son eran capaces de liberar a Amanda y hacer que su hija se casase con ella de todos modos.

Dejo la tarjeta a un lado para después volver a centrarme en el paquete para después abrirlo.

—Oh dios mío—Murmuro cogiendo el brazalete que hay dentro.

Definitivamente a Benjamin le gusta mucho el azul. Me río levemente ante ese pensamiento y vuelvo a mirar el brazalete en el que se pueden apreciar pequeños diamantes azulados.

Me pongo el brazalete con dificultad pues hacerlo con una sola mano es algo complicado, pero una vez puesto sonrío al ver lo bonito y brillante que es, después subo a mi habitación pues al fin y al cabo mis invitados está apunto de llegar.

Después de que los últimos días fueran bastante ajetreados y dramáticos, he decidido que es necesario poder celebrar mi libertad.

Mi padre insistió en que hiciera una gran fiesta y que invitara a toda la gente de los reinos cercanos, pero tanto él como yo sabemos que esas fiestas no son de mí estilo, así que he decidido hacer una fiesta, pero solo con la gente que me importa.

Busco el vestido nuevo que pedí a Patrick que me hiciera para la ocasión y sonrío al verlo pues es más bonito de lo que recordaba, los vestidos en tonos rojos siempre me han gustado así que es lo que le pedí.

Un rato más tarde ya estoy arreglada y voy a buscar mi corona, no siempre soy una gran fan de usarla, pero en un dia como hoy si que me apetece llevarla.

—Catherine—Me llaman y me giro a ver una de las trabajadoras de mi palacio. —Los invitados empiezan a llegar—Me informa.

—Oh, puedes hacer que pasen al gran salón, ahora voy, gracias—Respondo y ella asiente antes de irse.

Me miro una vez en el espejo para asegurarme de que todo está bien y respiro hondo en un intento de calmar mis nervios, se que mis invitados son gente a la que aprecio pero no puedo evitar ponerme nerviosa de todos modos.

Matrimonio por la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora