Capítulo 12

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—Encantada de conocerle señor Kessler—Comento viendo al padre de Andrew, a lo que él me sonríe.

—Puedes llamarme Arthur—Me mira. —Y él placer es mío—Añade y me sonríe, lo que me deja ver que des de luego la sonrisa de Andrew es muy parecida a la suya.

—Oh, está bien, lo haré—Asiento.

—Ahora si me disculpaís, tengo que seguir saludando a la gente, hace mucho tiempo que no estoy por aquí, tengo que hacer acto de presencia—Comenta Arthur y nosotros asentimos.

Cuando se aleja, me giro hacía Andrew sorprendida.

—Yo... Osea... Tu padre... Es que pensaba...—Murmuro en un intento de ordenar mis ideas sin que suenen mal, pero está siendo complicado, pues no quiero meter la pata.

—¿Pensabas que mi padre estaba muerto?—Me pregunta y cuando abro los ojos sorprendida, él se ríe.

—Sí—Murmuro. —Es que nunca hablas de él y no sé... Nunca lo había visto, así que pensé que era eso, pero no quería ser una entrometida así que por eso tampoco nunca te pregunté—Respondo y él se ríe levemente, a lo que lo miro sin entender.

—No te preocupes Cath, no eres la primera persona en pensar eso y tampoco serás la última—Me mira. —¿Damos una vuelta?—Añade y yo asiento para así seguirlo.

Sigo a Andrew por la sala y veo cómo nos dirigimos hacía uno de los balcones, por lo que sonrío levemente ya que así podremos hablar más cómodamente, sin tener que estar elevando la voz para sonar más fuerte que todo el ruido que hay aquí.

Una vez fuera, él suspira un poco antes de girarse hacía las vistas.

—Mi padre casi nunca está en casa—Empieza a decir. —No sé por qué es, nunca lo he entendido a pesar de que se lo he preguntado muchas veces, pero desde que tengo memoria mi familia ha funcionado así—Sigue explicando, así que me acerco más a él. —Desaparece durante un tiempo, nadie sabe dónde está ni qué hace y entonces llega un dia en el que nos llega un aviso donde nos notifica su vuelta, pasa unos días en casa intentando recuperar el tiempo perdido con mis hermanos y conmigo y después se vuelve a ir, haciendo que el bucle vuelva a empezar.

—¿Pero tu madre y él?—Empiezo a formular la pregunta pues no quiero ser indiscreta, pero Andrew lo entiende, así que asiente.

—Mis padres están juntos y por lo que puedo ver o al menos por lo que demuestran, se quieren mucho.

—¿Y a tu madre le parece bien que tu padre desaparezca como si nada?

—No sé si le parece bien o no, pero siempre ha sido así...—Me mira. —Mi padre es rey, pero la verdad es que todo lo que conlleva serlo, le da bastante igual, nunca ha estado muy interesado por ese mundo.

—Un poco como tú entonces—Murmuro.

—Sí, algo así, supongo—Me mira. —Mi madre disfruta mucho de su vida como reina y de todo lo que conlleva, desde las responsabilidades hasta las fiestas y los eventos—Me explica y asiento un poco.

—Pero no lo entiendo—Niego. —Tu padre no tiene por qué irse, es decir, Victoria podría encargarse de todo eso aunque él estuviese aquí—Comento algo confusa.

—Lo sé—Suspira. —Eso es lo que les he dicho muchas veces—Asiente. —Pero creo que hay algo más allá que se me escapa de las manos.

—Ya veo—Murmuro y dejo mi mano en su hombro, como en señal de apoyo.

—No quiero que sientas pena por mi Cath, mi familia es así, siempre ha funcionado de esta manera y no considero que sea algo malo tampoco.

—No siento pena por ti—Niego. —Es solo que me alegro de que me lo hayas contado—Añado antes de acercarme un poco más a él. —Me gustas mucho, pero con ciertos temas eres un poco reservado y me cuesta seguirte, así que aprecio que me lo hayas contado.

Matrimonio por la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora