Doceavo tropiezo: Cita 1/2

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Ijuuin quedó estupefacto después del beso, ver a Usami Akihiko al primer minuto del día no lo tenía contemplado para su cita.
Sus planes eran: alistar su clase de la siguiente semana, dormir unas 6 horas, despertar y prepararse un buen desayuno para tener la suficiente energía y después seguirse frustrando por cual ropa usar antes de verse con el escritor.
Y ahora sus planes se fueron al caño porque precisamente el hombre que lo invitó a salir estaba frente suyo con una bonita sonrisa, y él, él solo tenía cara de asustado y la pijama mal puesta.

Usagi san seguía sosteniendo a Kyo de la cintura, sonriendo de oreja a oreja por ver su cara de asombro.
Ijuuin dió unos pasos hacia atrás por los nervios pisando su pantalón, esto ocasionó que se deslizara a media cadera mostrando su abdomen bajo.
Akihiko miró la piel del mangaka, era blanca, los músculos de esa zona estaban bien marcados haciendo una "v" y detuvo más la vista en ese lugar. Era la primera vez que Akihiko veía parte del cuerpo de Kyo desnudo y le sorprendió mucho el descubrimiento.

Ijuuin no tardó en darse cuenta de esos ojos clavándose por su figura y se soltó del agarre.

—A..adelante, pasa por favor—dijo tartamudo y acomodó su ropa—Sí que me has sorprendido con tu visita a estas horas.

Akihiko lo siguió con la mirada hasta que regresó con un par de pantuflas para que cambiara su calzado.
Ijuuin miró con detenimiento a Usagi, lucía muy guapo, como si un resplandor le rodeara el cuerpo con ese traje e hizo que se sintiera avergonzado por su apariencia.

—Tu cabello está húmedo.

—No tiene mucho que salí de bañarme.

Usagi san tomó un mechón de su cabello y lo olió.

—Hueles a vainilla, me gusta.

—Creo que es bueno oler bien.—contestó nervioso el mangaka.

—Y bien, ¿No dices nada sobre mi?— Usagi extendió los brazos.

—Luces perfecto, demasiado impecable para una cita con alguien como yo.

—¿Siempre eres así de pesimista contigo?

—La mayoría de las veces.—Ijuuin giró para ir a la sala con Akihiko tras el.

Usagi le detuvo por el brazo y le revolvió el cabello.

—Deberías quitarte esos pensamientos de la cabeza, luces muy bien en pijama y con cualquier cosa que te pongas, de verdad—dijo Usagi mirando su rostro y bajando hasta llegar a su abdomen.

—Gracias.

—¿Y qué tenías pensado hacer antes de mi llegada?—preguntó Akihiko pícaro.

—Pues preparar algo de mi materia de figura humana y después dormir—Ijuuin se frotó un poco la nuca, sería vergonzoso decir que llevaba medio día buscando sus mejores trapos para su cita que desatendió sus labores como profesor.

—Entonces preparemos esa clase y después durmamos.—dijo feliz

—Claro, vayamos a mi estudio.

Usagi siguió al mangaka sin dejar de mirar las proporciones de su espalda por encima de la ropa. No era adecuado hacerlo pero ver el abdomen de Kyo incentivó la curiosidad por saber cómo era el resto de su cuerpo.

Al llegar al estudio Ijuuin carraspeó un poco por el tiradero que tenía, Akihiko miró cientos de hojas regadas, mangas botados y varios dibujos en paneles sostenidos por caballetes. Había dibujos de hombres y mujeres, desnudos y otros en situaciones cotidianas cómo estar bebiendo un vaso de agua.

—¿Cuándo aprendiste a dibujar?

—Mi mamá dijo que a los tres años ya garabateaba por las paredes y me compró un cuaderno y estuche de colores para que su sala no terminara como grafiti de calle.
Y de ahí comencé, no tengo un recuerdo específico pero en la primaria ya podía dibujar cualquier cosa.

Del odio al amor solo hay un tropiezo               [ Akihiko x Kyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora