Septimo tropiezo: un beso.

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La visión de Ijuuin vestido con ese traje de algún modo le cortó la respiración a Usagi san por lo bien que lucía.
Él mangaka portaba un atuendo en color negro con un cintillo rojo que le rodeaba más arriba de la cintura y tenía el cabello ligeramente despeinado haciendo que pareciera más joven; lo miró por al menos un par de minutos hasta que Kyo salió del trance para recoger sus compras tiradas por el suelo.

—Ijuuin... Discúlpame por favor—Usagi san se agachó para ayudarle.

—Lo disculpo pero he notado que tiene 2 pies izquierdos porque seguido se tropieza y de paso me golpea a mi.

—Eso es mentira.

—No lo es, la primera vez casi cae del ascensor y si no fuera porque yo lo detuve de seguro le da un par de besitos al suelo.

—¿Eras tú?

—Sí, era yo.

Usagi san lo miró otro poco, las mejillas del mangaka estaban un poco coloradas. No sabia si por causa de la vergüenza de encontrarse así o porque una de las luces de colores le daba directo al rostro.

—¿Qué harás con todo esto?—preguntó Usagi

—Lo llevaré a mi habitación y regreso para seguir disfrutando del festival. ¿Vió los fuegos artificiales?

—Sí, fueron muy bonitos. Te ayudaré a llevar las bolsas.

—No es necesario.

—No eres un pulpo para que puedas con todo.

Ijuuin lo miró de reojo, Usagi san tenía entreabierta la Yukata por la parte de arriba mostrando algo de su pecho. No quiso voltear por completo porque siendo sincero le avergonzaba ver directo a los ojos a Akihiko.

—¿Mochi de fresa?—volvio a cuestionar Usagi

—Es para Isaka san, le gusta mucho.

Ambos se pusieron de pie y caminaron hasta la habitación del mangaka.

—Supongo que viniste acompañado de Matthew. Lo vi también.

—Sí, él no quería venir solo hasta acá.

—¿Tan grandote y miedoso?

—No es miedoso, la mayor parte de su infancia vivió en un orfanato y tiende a apegarse mucho a las personas que le caen bien.

—Ya veo porque tantos cariños hacia ti.

—Le gusta ser así conmigo, puede ser porque nos apasiona las mismas cosas.

—¿Como su arte, dibujos y mangas?

—Sí, es muy talentoso, él podría tallar una estatua de usted.

—Prefiero una pintura. ¿Tu sabes pintar?

—Por supuesto, la mayoría de los trabajos que hay en Marukawa son míos.

Usagi san parpadeó, pensaba que Isaka san había comprado esas pinturas que se veían tan caras a un coleccionista.

—Me gustaría que hicieras una pintura mía y de Suzuki san como la de Miguel Ángel, solo que en lugar que sea la "Creación de Adán" que sea la creación de Suzuki san.

Ijuuin comenzó a reír pensando en cómo se vería esa aberración en pintura y Usagi san le miró atento, era la primera vez que lo veía mostrando una sonrisa.

—¿Quieres que sigamos comprando por los puestos del festival?—cuestionó Akihiko.

—¿Usted y yo?

—Si, ¿Tienes algún problema con eso?

—No, ninguno.—contestó sorprendido Ijuuin por el interés del escritor.

Del odio al amor solo hay un tropiezo               [ Akihiko x Kyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora