EXTRA: Los sueños de Lucas.

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LUCAS

Estaba nerviosísimo después de recordar que mañana vería otra vez a Ellie. La conocí hoy y estoy un tanto... ¿emocionado?

"Me encantaría hablar contigo"

¿Huh?, por poco mato a la chica de la incomodidad. En fin, ¿qué decirles?, debo admitir que es muy linda, sus ojos grandes, su boca color durazno y esos hoyuelos que tiene cuando ríe; se ve tan llena de vida.

Es como esas personas que pasan por la puerta y te quedas perplejo de lo preciosas e iluminadas que son, esa energía que irradian y la vibra que transmiten. Eso me hizo sentir Ellie, que tal vez, podía haber una pizca de emoción y alegría en este lugar.

Me consolé a mí mismo pensando en cómo empezó a caminar más lento cuando me vio en la ventana de mi cuarto.

A veces es complicado buscar cosas buenas en una situación así, encerrado y sin saber si mañana estaré aquí.

No mentiré, me imaginé fuera de aquí con Ellie. Eso fue, no sé, apresurado, pero qué más da.

Me gustaba eso de crear escenarios, lo mismo con leer, podría subirme a esa nave y olvidar todo lo malo.

Me duele un poco el saber que tendré que vivir recién cuando salga de esto. Quiero pasar mis días bien, necesito que así sea.

Pero mi padre, ugs, cómo detesto a ese hombre. Aunque aquí estoy bien, él fue la principal causa de que termine acostado en un centro de rehabilitación, pensando en lo linda que podría ser mi vida y en ella.

¿Por qué cobró tanta importancia en mi cabeza? Supongo que esas cosas no se planean.

Me da vergüenza hablarle, por eso me pongo tímido y me trabo a veces, qué bochornoso.

Bochornoso, no, Lucas, nadie usa esa palabra.

Me atacó el pensamiento de cómo conquistar a una chica en un centro de rehabilitación; digamos que, y siendo sincero, no es el mejor de los escenarios.

Prendí una linterna que le pedí a Marcus, agarré una libreta y escribí cosas que me gustaría vivir cuando salga de aquí.

1. Viajar.
2. Dar mi primer beso.
3. Mudarme con mi nona.
4. Sonreír con la camiseta de basquetbol puesta.
5. Comprarme libros.
6. Probar alcohol (no mucho).
7. Pedir en McDonalds y después desaparecer del local.
8. Adoptar un perrito.
9. Tomar helado.
10. Ser cercano a E.

Ay, Ellie, Ellie, Ellie, ¿acaso me hechizaste?, espero que nunca desaparezcas. Estaré ahí, la ayudaré, como quiero hacer con todos aquí, ser ese sostén que yo no tuve.

Después de dar muchas vueltas en la cama, logré dormir, al fin; y adivinen con quién soñé.

No, mejor, que ni me entere, porque ya me dio vergüenza.

Y tal vez, yo no debería estar aquí después de todos los errores que cometí, porque mi cabeza me decía que no merecía curarme, pero Dios, ella se vio como esa pizca de fe, ese ángel, esa chica que conocí cuando estaba perdido.

Entre balanzas y cintas métricas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora