Epílogo

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Jennie pov.

5 años después...

Me muerdo el labio preguntándome si mi esposa se va a enfadar por esto o no, miro a su edificio sabiendo que lo haré de todos modos.

Ya he llegado hasta aquí, después de cinco años de matrimonio todavía no me canso de ella.

Me enderezo el abrigo y me dirijo hacia adentro.

Seguridad me da un saludo, dejándome pasar y me dirijo directamente a los ascensores.

Trato de no moverme, me recuerdo a
mí misma que no hay forma de que nadie pueda decir que estoy
prácticamente desnuda aquí abajo.

El ascensor se detiene cada pocos
pisos y sube más gente hasta que está casi lleno de pared a pared.

Me agarro fuerte el abrigo aunque esté abrochado, asegurándome de tener mucho cuidado.

Por suerte, en la siguiente parada todos menos un hombre se bajan, y puedo respirar de nuevo.

Me mira un momento y luego empieza a jugar con su teléfono.

- ¿Te conozco?- pregunta, moviéndose hacia mí. Lleva un traje
elegante que grita dinero.

-No lo creo. - En mi trabajo conozco a mucha gente, sin embargo, su cara no me suena.

Sus ojos bajan por mí y luego
retroceden, trago.

No hay manera de que pueda decir que solo tengo bragas aquí abajo.

-Juro que te he visto antes. - Da un paso más hacia mí, miro para ver cuántos pisos quedan.

¿Por qué Lisa tiene que estar hasta arriba? Me doy cuenta de que el último piso es el único botón que está iluminado, así que supongo que el hombre también va hasta arriba.

-Hago mucho trabajo para Healing Hearts, puede que me hayas visto en uno de sus eventos.

-No lo creo. - Se estira y se arregla la corbata.

-Tengo una reunión rápida. ¿Quieres tomar una copa después?

Levanto mi mano mostrando mi anillo de bodas, hace lo mismo. -No lo diré si no lo haces. - Me guiña el ojo, haciendo que se me revuelva el estómago.

-Será un buen momento. - Da otro paso hacia mí, pero las puertas del ascensor se abren.

Salgo corriendo, entrando en el baño de damas, agradecida de que haya algún lugar donde pueda sumergirme y esconderme y donde él no pueda seguirme.

Dios, los hombres pueden ser tan repulsivos.

Agradezco a la luna y a las estrellas que me haya conseguido una mujer.

Mi esposa es más que leal.

La última cosa que esa mujer quiere hacer es herirme.

Desde el momento en que me vio hace tantos años, ha hecho todo lo posible para hacerme feliz.

Después de un par de minutos, salgo del baño de damas, para asegurarme de que no hay moros en la costa.

Cuando veo que el pasillo está vacío junto a Johan, que está sentado en su escritorio frente al despacho de mi esposa, decido que es seguro.

Me da una cálida sonrisa cuando me ve.

- ¿Cómo lo llevas?- pregunta.

-No muy mal, no puedo creer que ya sea su primer día de escuela. Sé que solo es preescolar y medio día, pero aun así.

Arranged marriage [Jenlisa G!p]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora