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Cuando llegamos a casita Mirabel me agarró del brazo sin previo aviso y me llevó hasta su habitación.

- ¿Tienes novio? ¿Alguna experiencia amorosa? ¿Alguien nuevo que conociste? ¿Algún crush? ¿Nueva amiga, mejor amiga o enemiga? ¿Qué tal en clase?

La interrumpí. - Wow, wow. Para el carro amiga, son demasiadas preguntas. - Intenté hacer el acento colombiano.

- Sigue intentando.

- Vale, ahora si quieres, con tranquilidad, preguntándome las cosas de una en una, me puedes interrogar.

- ¿Tienes novio, o algún crush que yo no sepa de su existencia?

- No, no tengo novio. Y tengo 1 nuevo crush.

- ¿Cómo se llama? - Preguntó excitada.

- Se llama Hugo y va a mi clase.

- Yo lo veo como buen cuñado, solo por el nombre me da buena vibra. ¿Segura que no tienes otro crush nuevo? No sé, alguien del pueblo.

Pensé en Camilo. No Lucía es tu mejor amigo y solo eso. - No.

- ¿Nueva mejor amiga, amiga, alguien que te caiga mal o enemiga?

- Tu adoras cotillear mi vida, ¿no es así? - Pregunté.

- Shhh, aquí las preguntas las hago yo y si me encanta. Ahora dime.

- A ver, nuevos compañeros de clase, voy a decirtelos todos; Bruno, Ian, Oliver, Sergio, Hugo, Fernando, Darío, Iyán, Nel, David, Daniel, Sue, Candela, Ana, Martina, Patricia, Lucía Ortega, Lucía Sarille, Mariana, Deva, Elsa, Noa, Julia, Aitana y yo. A ver, todos me caen bien, pero mi cabeza dice que me están criticando, hablando mal o riéndose de mí. A demás Patricia hace bromas que no son graciosas y son insultantes, se rie de cualquier tontería y su risa se escucha más alta que las demás, manda callar, hace bromas pero no quiere que le hagan bromas y se volvió más bruta.

- Hmm, ¿qué tal tu hermano?

- Encontró trabajo y sigue soltero.

- ¿Qué tal en clase?

- Bien, aunque voy a faltar a clases durante este mes.

- Hmm, faltando a clases, eso es malo.

- Ya, ya.

- ¿Oye te digo chismes de aquí?

- Si, si, si.

- Hay una chica llamada Juliana que gusta de Camilo, pero Camilo no le hace ni poquito de caso, pero ella insiste.

- Ja, pues que siga insistiendo que no lo va a conseguir nunca. Con MI Camilo no va a salir con la suya. - Las palabras resbalaron de mi boca, no fue mi intención pronunciarlas.

- ¿'MI Camilo'?

- Yo n-

- ¡¿'MI CAMILO'?!

- ¡SHH! ¡BAJA EL VOLUMEN!

- ¿Te gusta mi primo? - Preguntó con su tono de voz normal.

- No, es mi mejor amigo, y solo somos eso, mejores amigos.

- Mmhm. - Me miró con la típica mirada de '¿Enserio?'. - Bueno, si cambias de opinión, quiero decirte que Dolores y yo te podemos ayudar con Camilo.

De repente se abrió la puerta. - ¿Me llamaste Mirabel? - Camilo preguntó mirándonos.

- No, perdón, solo era un reto. - Se excusó Mirabel.

- ¿Huh? ¿A si que jugando verdad o reto sin el resto de primos, a excepción de Antonio el es muy pequeño para jugar? - Mientras hablaba se acercaba a nosotras. - Muy mal. - Se agachó justo en frente de mí. - No me lo esperaba de tí, cariño. - Acarició mi mejilla lo que hizo que me sonrojara. - En fin. - Dijo mientras se levantaba. - La próxima vez invitadme, será más divertido.

- Ajá.

- Os veo. - Cerró la puerta detrás suya al salir.

- ¿Qué ha sido eso?

- No sé.

- No, no, sí que sabes, te has sonrojado cuando te acarició la mejilla.

- Nada, no fue nada, solo me sorprendió que se acercara tanto.

- Vale, como tu digas.

Dolores entró por la puerta. - Lo he escuchado todo. - Que bien, más gente, nótese el sarcamo. - Es cierto, Juliana no va a parar hasta que tenga a Camilo bajo sus encantos. - Vió mi cara de estar pensando si yo había conocido en el pueblo una chica llamada Juliana. - Ella es nueva, llegó justamente el 5 de noviembre, vió a Camilo y se enamoró perdidamente de él. Ahora esta planeando una táctica para hacer que Camilo se enamore de ella.

- Ja, lo que nos hacía falta en el pueblo, la típica loca que mata por conseguir a quién le gusta y si ella no lo tiene nadie lo tendrá.

- ¿Celosa?

- Dolores, por favor, yo celosa. ¡Ja! Que buena broma. ¿Cómo voy a estar celosa de esa Juliana?

- Haré como que te creo. - Debió escuchar algo. - Dicen que todo ya esta listo.

- Tengo hambre. ¡Vamos! - Dije y salí corriendo. Me choqué con Isabela. - Lo siento mucho Isa.

- No es nada. - Dijo y brotó una rosa amarilla y me la colocó en el pelo. - Te ves muy linda.

- G-gracias. Tú sigues igual de hermosa que siempre.

- Gracias. - Me acarició el pelo y se fue.

Yo seguí mi camino hasta que me encontré con Antonio. - ¡Toñito! - Dije, abrí mis brazos agachandome, el pequeño corrió hacia mí y me abrazó. - ¡Estás muy grande!

- Gracias, ¿es hora de cenar?

- Si vamos. - Me levanté y tomé su manita.

Al llegar a la cocina estaba la familia preparando la mesa. - Lucía, ¿nos puedes ayudar con los platos?

- Claro tía Pepa.

Skip time hora de la cena.

Estabamos todos en la mesa sentados, yo estaba sentada entre Camilo y Mirabel. Mis padres estaban sentados al entre los padres de Camilo y Mirabel.

- Hey. - Susurró Camilo, yo le miré. - Pregunta si te puedes quedar a dormir, por favor.

- Abuela Alma, mamá, papá, ¿podría quedarme aquí a dormir?

- Claro, solo si la Abuela Alma está de acuerdo.

- Por supuesto que si niña.

- Gracias.

Camilo Madrigal x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora