- ¡Lucía! ¡Despierta! - Gritó mi madre. - ¡Tienes visita!
Me desperté de mi dulce siesta a las 5pm, me levanté, me calzé y me dirigí hasta la cocina.
- Buenos días. - Yo tenía el dulce defecto de decir eso cada vez que me despertaba, a toda persona andante y a cualquier momento del día. - ¿Quién es mamá?
- ¡Hola! - Camilo apareció a mi lado asustandome. - Tu madre no esta en casa desde hace 10 minutos.
- ¡Idiota! ¡Me asustaste! - Me senté en la mesa de la cocina, agarré una manzana y empecé a comermela.
Camilo me abrazó por la cintura. - Te veías cómoda durmiendo y esperé 5 ninutos a despertarte.
- ¿Qué día es hoy?
- 14.
- 14 de qué.
- De febrero.
- Hmm. - Otro día normal como todos, aunque teniendo a los hijos Madrigal como amigos todo puede ser posible. - Gracias.
- Me estaba preguntando... - Se alejó de mi, yo acabé la manzana, bajé de la mesa y tiré el palito a la basura. Me giré hacia él, se veía nervioso por alguna razón que yo desconocía. Se sentó en una silla. - ¿Saldrías conmigo?
- Claro Camilo, siempre salimos juntos a dar un paseo. ¿Qué te hace pensar que esta vez sea diferente?
- Ahh, no, nada. - Me agarró de la mano para llevarme a un sitio un poco alejado del pueblo, una pequeña llanura en donde había una manta colocada en el suelo y una cesta. Nos sentamos y Camilo abrió la cesta. - Toma. - Sacó una rosa blanca, mi flor favorita. - Le pregunté a Isa si podía crecer una, para tí. - Extendió su brazo.
- Gracias. - Al agarrar la rosa nuestras manos rozaron, le miré y tenía las mejillas rojas. - Milo, ¿estás bien? Tienes las mejillas rojas.
- ¿Eh? ¡Oh! Si, si, estoy bien. Es solo que... Solo tengo calor. - Explicó abanicándose.
El resto de la tarde nos la pasamos hablando de tonterías. Lo que tenía en la cesta eran arepas de su tía Julieta. El tiempo se nos pasó volado para ambos.
- ¿Nos podemos ir ya? Es muy tarde y mi madre estará preocupada por mí. - Dije mirando a las estrellas.
- Como desees. - Recogió todo y caminamos. Cerca de mi hogar volvió a hablar. - Sabes, deberíamos repetir esto más veces.
- Camilo, pero si siempre... - Me dí cuenta, tarde pero me dí cuenta. Hoy era San Valentín y Camilo me pidió salir como su cita en San Valentín. Miré a la rosa en mi manó y sonreí. Le tomé la mano. - Sabes Milo, estoy de acuerdo. - Le miré y estaba sonrojado.
Cuando llegamos a la puerta de mi casa le abracé y le susurré en el oído. - Sabes, deberíamos repetir esto más veces. - Le solté y le dí un beso en la mejilla, para luego entrar en casa.
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¡Feliz San Valentín!
A quién tiene pareja y a quién no.
¿Teneís pareja de San Valentín?
Yo no bby, estoy soltera.Bueno, este fue el primer especial y espero que mi madre no me pille con el móvil porque se supone que estoy repasando matemáticas. ¿Qué os pareció? Si muy corto lo sé, pero esto lo escribí en clase de francés, ya que no estabamos haciendo nada.
Bueno, nos leemos :)
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Camilo Madrigal x Oc
FanfictionUna historia de Camilo Madrigal (Encanto) x Oc. No copias ni adaptaciones sin mi permiso. Idea Original.