8.

304 23 1
                                    

Flashback

- Mi compañera que se sentaba a mi derecha estaba buenísima... - El profesor de Física y Química habló de sus años de instituto.

- La que está a mi derecha no. - Habló Darold, que se sentaba a mi izquierda.

......

- Es una falsa, solo dijo que le gustabas por llamar atención. - Dijo Esther a Darold.

...

- Si sigue siendo así en el futuro nunca va a tener novio. - Dijo Nora, una niña amiga de Esther de otra clase que vino en el recreo. - Es fea y gorda.

......

- A nadie le gusta, ni como amiga, ni como compañera.

...

- Eres tonta. - Tenía unos cascos con volumen alto para jugar a adivinar que decían los demás. - Eres fea y no le caes bien a nadie. - El problema era que sabía leer a la perfección los labios.

......

- ¡Eres idiota! ¡Porque no puedes hacer algo útil en la vida! ¡No tienes nada más que hacer que fastidiarle la vida a la gente! ¡Por tu culpa mi camisa está manchada!

...

- ¡Corre! ¡Tiene sarampión y piojos! ¡Corred!

......

- Si, la verdad no sé por que nació, todo lo que hace lo hace mal y si lo hace bien tiene demasiados fallos.

...

- Su futuro va a ser pésimo.

......

- Ella no va encontrar novio aquí ni en ningún lado, ¿tú la has visto?

...

- Mira como baila, parece un pato mareado.

......

- Que mal que dibuja.

...

- Su voz es horrorosa, no la soporto.

......

- No me gustas, que te hizo pensar que me gustaba una chica que nació por error, gorda, insoportable y fea, ¿huh?

Fin del Flashback

Sin darme cuenta lágrimas salían de mis ojos. Mirabel se acercó. Isabela había desaparecido de la habitación.  - ¿L-Lucía?

- Es-estoy bien. Estoy bien. - Mentirosa.

- ¿S-segura?

- Si Mirabel. Solo son unos recuerdos tontos, nada más. - Unos recuerdos tontos que te persiguen y te destrozan poco a poco la vida. - Solo necesito descansar. - Me encontraba a punto de llorar y al segundo lo hice, lloré.

Mirabel me abrazó. - Shh, tranquila, todo está bien. Estoy aquí. - Me acarició el pelo.

No demasiado tarde se abrió la puerta bruscamente. - Dolores escuchó llantos. - Camilo sonaba preocupado. - Aparta. - Se dirigió a Mirabel, una vez que esta se alejó de mí, Camilo ocupó su lugar acariciandome y dándome besitos en la cabeza. - Shh, tranquila mi amor, estoy aquí. Shh, tranquila, Cami está aquí.

Skip time

Después de tranquilizarme Camilo me acompañó a casa. La verdad es que uo soy adoptada, nadie lo sabe y nadie se supone que tiene que saberlo. Mis padres son los 2 infertiles, entonces decidieron adoptar a mi hermano cuando tenía 7 años y yo tenía 2.

La verdad cuando llegué a casa no estaban mis padres así que me encerré en la habitación y me puse a mirar el móvil.

Había subido una foto y los comentarios eran lo mismo de siempre:
- Los comentarios de mis amigos.
- Los comentarios de odio.
Estos últimos los había en más cantidad. De repente me llegó un mensaje privado.

"Deja de subir fotos nadie te quiere y nadie lo hará."

Lo dejé en visto.

"No me dejes en visto."

Lo dejé por segunda vez en visto y le bloqueé.

Paso de tener malos rollos en las redes sociales también.

De repente me llega un mensaje de Bruno.

Chat con Bruno.

Bruno$_$ _ Hola
Yo_ Hola
Bruno$_$ _ Qué tal estás?
Yo_ Bueno, te diría que bien pero más o menos.
Bruno$_$ _Quieres hacer llamada?
Yo_ Como quieras.

Al segundo me llamó.

- Hola, ¿qué te pasa?

- Oh, nada, tonterías mías.

- Oh, vamos, no te conozco tanto como Patricia, Ortega, Elsa o Sarille pero puedes contar conmigo, seré una tumba.

- Hmh, me han dicho eso varias veces, unas son verdad, por que son gente de confiar y otras pues se lo acabaron contando a todo el mundo. Dime Bruno, ¿eres alguien en que deba confiar?

- Yo creo que puedes confiar en mí.

- Ese es el problema, crees, no estás seguro.

- Bueno, me lo puedes contar.

- No, no te lo contaré hasta que me demuestres y me sienta segura de que puedo confiar en tí. - Silencio. - Me están llamando, hasta luego.

La verdad es que no había comido nada y ya se pasó de hora la comida. Además, no tengo hambre.

Sentí pedrazos en mi ventana. Me levanté y abrí esta, miré hacia abajo, en donde se encontraba un cierto Madrigal de ruana amarilla.

- ¿Camilo? ¿Qué haces?

- Llamar tu atención para que me abras la puerta. - Habló como si fuera lo más obvio.

Bajé y abrí la puerta, Camilo entró y caminó hasta mi habitación. Cuando estuvo dentro se acostó en mi cama. - Dolores escuchó la conversación que tuviste hace nada. - Silencio. - Me la contó y justo pasamos por tu casa. Llamé a la puerta pero al parecer no la escuchaste.  - Otra vez silencio. - ¿Qué te pasa? Sabes que yo soy de confianza, ¿verdad?

Me quedé callada durante unos momentos antes de contestarle. - No sé que me pasa, ¿vale?

- Ven aquí. - Dijo e hizo espacio en la cama para poder acostarme a su lado. Cuando lo hice, me abrazó dulce y delicadamente. - ¿Sabes? Está bien deshaogarte alguna vez. Hablar de tus pensamientos y sentimientos del momento.

Adoraba estos momentos con Camilo. - Mmm.

- Anda, suelta todo. Díme, por favor.

- Camilo... - Susurré. - ¿Y si no soy lo suficiente? No soy capaz de amarme a mí misma, cada vez que hablo de mis problemas a mis demás amigos algunos se ríen y piensan que es broma lo que digo, los otros respetan y me intentan ayudar. Y justo cuando estoy a punto de superar ese problema, ¡bum! Otra vez mis inseguridades aparecen y lo destruyen todo. Necesito una nueva yo, necesito algo que me ayude a olvidar el pasado.

Camilo Madrigal x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora