"Lunático, el maldito gato de Lovelace no me deja en paz"
"Amelia, a Roneo le cae mal Sirius, eso definitivamente es una señal de que me aleje de él"
En donde el gat...
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Todo estaba en paz a su alrededor, ella solo quería que fuese igual de pacifico en su mente, incluso se olvidó un poco de Roneo en su ensimismamiento recordando lo que no quería recordar. Ella solo quería dejar su mente en blanco, y quizás eso hubiese resultado si no hubiese sido por el rápido movimiento de Roneo que la sorprendió, y antes de que ella pudiese reaccionar, vio a Roneo atacando a alguien, le mordía las pantorrillas y trataba de patearlo al mismo tiempo.
Dafne se levantó inmediatamente cuando se dio cuenta de que se trataba de Sirius Black, otra vez. Así que ella corrió a sacar a su gato, justo en el momento en el cual Sirius intento lo mismo, logrando que Roneo le arañara el rostro.
—¡mierda! Ayúdenme esa cosa me acaba de cortar toda la cara
Dafne se acercó a donde estaba su gato y lo saco de inmediato de la pierna de Sirius.
—lo siento, es solo un gatito, no sucederá otra vez
Dafne escucho como alguien aguantaba la risa, era James.
—te dije que te alejaras tu gato de mí
—en defensa de Roneo, ustedes se acercaron a nosotros—al ver el rostro de Sirius indignado volverse a ella, ella pudo ver mejor el arañazo de Roneo, por lo que sin pensarlo tomo la cara de Sirius y examino de cerca la herida, todos quedaron paralizados por la acción de la chica, todos menos Roneo, quien aprovechó la oportunidad de gruñirle a Sirius e intentar arañarlo— supongo que no dejara cicatriz, pero tengo algo que ayudara, como disculpas de parte de Roneo, te lo daré más tarde, no sería bueno que quedara marca en una cara como la tuya
—¿me estas coqueteando Lovelace?
—¿no lo estuve haciendo desde hace unos días? Aunque quizás no sea tan buena idea teniendo en cuenta lo mal que le caes a mi gatito así que, si consideras mi frase anterior como un coqueteo, creo que deberías subir tus estándares Black
Dafne alejo su mano inmediatamente del rostro de Sirius, quien se había recuperado en un tiempo abismalmente corto del impacto de que la chica le tocara el rostro sin previo aviso y del ataque del gato, pero ahora parecía igualmente afectado por las palabras, pues estaba encantando con la respuesta de la chica.
