"Lunático, el maldito gato de Lovelace no me deja en paz"
"Amelia, a Roneo le cae mal Sirius, eso definitivamente es una señal de que me aleje de él"
En donde el gat...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Enero pasó en un abrir y cerrar de ojos, y llegó Febrero, y Dafne estaba evitando a Sirius, no por nada especial, pero ambos habían hecho un juego, el día anterior fue el turno de Sirius de escapar de la chica, ni siquiera sabían porque lo hacían, solo lo hacían porque era terriblemente divertido cuando se encontraban.
La chica pasó corriendo de un pasillo a otro, solo para darse cuenta de que se encontraba cara a cara con Remus, la chica alcanzó a subir su dedo hasta su boca para hacer el gesto de silencio, y mientras el Gryffindor se reía levemente. La puerta detrás de él se abrió revelando a Sirius quien se sacudía las manos mojadas, cuando vislumbro a la chica una sonrisa lobuna se asomo por sus labios provocando un chillido de la rubia quien de inmediato se dio la vuelta y corrió hacia la dirección contraria a pesar de que su siguiente clase no quedaba en esa dirección.
La rubia pudo escuchar como el chico Gryffindor empezaba a correr tras ella, el bolso de la chica golpeaba dolorosamente en su costado, su falda se estaba levantando pero no importaba, o eso pensó la chica cuando las escaleras cambiaron de dirección casi provocando que la chica se cayera, una mano en la cintura la hizo estabilizarse, sentia la respiracion pesaba de Sirius en su oreja.
—te tengo
La chica se dio la media vuelta para quedar frente a su ¿novio? no importaba, realmente no importaba, la estaba pasando tan bien.
—si Remus me hubiese dicho que estabas dentro hubiese ganado
El chico se inclinó y dejó un beso en el cuello de la chica, provocando que se sonrojara y escondiera su rostro en el cuello del más alto.
—¿Eres realmente mala eh? te gusta hacerme sufrir, ¿a quien se le ocurrió este juego de todos modos?
—A ti ¿no te gusta mucho el premio?
El chico solo froto su cabeza en el cuello de la chica, como un perro buscando cariño, de hecho este día parecía ser de esos en los que Sirius se encontraba especialmente meloso, la chica se había sorprendido de la cantidad de cariño que Sirius demandaba, era como si hubiese estado hambriento mucho tiempo de algo de cariño del modo que a Dafne le gustaba darlo.
