"Lunático, el maldito gato de Lovelace no me deja en paz"
"Amelia, a Roneo le cae mal Sirius, eso definitivamente es una señal de que me aleje de él"
En donde el gat...
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Dafne sonrío y miro a su amiga.
—es tonto lo sé, pero creo que a él realmente le resulto atractiva
—eres atractiva Dafne
—y él piensa eso, lo sé, incluso me dijo que quiere besarme desde que nos vimos en el tren a inicio de año, nadie jamás me había dicho algo así, siempre soy yo la que se lanza a por ellos y nunca me dicen cosas así
Dafne quiso agregar que Sirius la hacía sentirse como alguien que valía la pena, pero eso era realmente triste, y no quería incomodar a Amelia con eso, además era tonto, realmente lo era, ni siquiera habían tenido una conversación decente, solo eran las hormonas adolescentes hablando por ellos, no había más.
—me alegro por ti Daf, solo tengo algo que decir sobre esto—Amelia paso otra página de la revista— no le des nada de ti a Sirius, no le entregues tu corazón si no estas segura que él te dará el suyo, no quiero que salgas lastimada
La rubia sostuvo la mirada viendo a su amiga, quien no la veía si no que estaba viendo su revista con atención.
—seguiré tu consejo
Dafne no sabía que estaba diciendo, ni porque, solo sabía que era una gran mentira porque desde que Sirius Black había entrado hacia unas noches a la sala común, él se llevó una parte de su corazón, ella lo sabía, por supuesto, algo se sentía extraño desde ese momento.
Los días transcurrieron con normalidad, hasta el mediodía del cumpleaños del chico apellidado Black, puesto que dos hermanos Lovelace de cabellera rubia se encontraban discutiendo después de la hora de la comida en los pasillos, la chica, con una mano en la nariz intentando detener el sangrado de esta misma.
—vamos arréglala, Calix, sabes hacerlo, has el hechizo
La voz de la chica se escuchaba constipada, la sangre seguía fluyendo, pero ella quería que su hermano detuviera el sangrado con el hechizo que su padre le había enseñado en el verano, debía practicarlo.
—¿y si me equivoco y se te cae la nariz?
—madame Pomfrey lo arreglara, vamos Cal, solo hazlo
En ese momento apareció hermano faltante, quien miro la escena extrañado, Dafne con la nariz sangrando y con el suéter manchado de sangre, y a Calix con varita en mano temblando ¿no se suponía que era el valiente de la familia?
