Capítulo 19

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Dafne estaba observando la ventana de su habitación, sin nada que hacer, no queriendo ir abajo para aguantar las miradas y comentarios de su madre, su estómago gruñía de hambre, no había podido comer una comida completa desde que estaba en casa, a...

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Dafne estaba observando la ventana de su habitación, sin nada que hacer, no queriendo ir abajo para aguantar las miradas y comentarios de su madre, su estómago gruñía de hambre, no había podido comer una comida completa desde que estaba en casa, a su madre parecía molestarle verla comer, y también ella misma había notado cómo sus muslos eran demasiado gruesos, su estómago se veía hinchado así que dejo de comer lo que comería normalmente.

Se sentía miserable, las cartas se habían acumulado en su escritorio, habian de Amelia, Kingsley, Fabian, y parecia que tambien de John, pero no importaba abrirlas, ni siquiera quería abrir las brillantes de Pandora, ella solo quería estar en paz, sentada en su escritorio viendo el bosque nevado que rodeaba su habitación.

Estaba así cuando vio aparecer por el cielo, una parvada de lechuzas, al menos tres llevando un canasto ¿que traían? ¿sería uno de esos bebés muggles de los cuentos? en su casa no necesitaban más niños, ya eran seis personas viviendo en el mismo techo, no podían con un séptimo.

Las lechuzas empezaron a golpetear su ventana una vez que llegaron allí, con la canasta a rastras, ella se apresuró a abrir la ventana, una rafaga de aire frio golpeandola en la cara, las cuatro lechuzas le dejaron el canasto en el escritorio antes de retirarse con un vuelo super rápido.

Dafne tenía sus dudas si abría o no la canasta, estaba en busca de su varita para revisar si tenía algún maleficio, cuando escucho un suave maullido desde dentro de la canasta.

—meow

Con el corazón latiendo a mil, la chica abrió la canasta encontrándose con Roneo quien al verla de inmediato empezó a ronronear, Dafne sacó a su gato de dentro de la canasta, mientras la chica cerraba la ventana con su bebé en la mano, se fue a sentar otra vez en la silla, con el pequeño allí

—¿dónde estabas cariño? te he extrañado tanto

El pequeño animal se frotaba contra ella, Dafne lo llenó de besos, era como si un gran peso se hubiese ido de su pecho, una ola de cariño llegando a la bola de pelos desde el fondo de su corazón, oh dios lo amaba tanto, era por primera vez en días que no se sentía en un estado de estupor, tristeza o rabia, era como si todo a su alrededor se hubiese calmado.

Cat and Dog || Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora