Un nuevo destino

321 26 19
                                    

Estaba decidida a encontrarme con Sebastián, no me importaba nada que no fuera estar a su lado, deseaba como nunca en la vida verlo, estar en contacto con su piel, disfrutar de su aroma una vez más, anhelaba como nada verme en sus ojos que tanto amaba, escuchar una sola vez más su voz, me era imperioso tener contacto con él sintiendo el calor de sus brazos, aunque en ello se me fuera la vida, no me importaba lo que sucediera después, estaba dispuesta a todo con tal de verlo una vez más.

Quería sentirme viva y que el agudo dolor que me había acompañado tantos días, dejara de existir por unos minutos, solo a su lado conseguiría consuelo y me era preciso un poco de paz para poder seguir.

Llegué hasta el parque mucho antes de que oscureciera, por lo que tuve suficiente tiempo para meditar previo a mi encuentro. Me senté en nuestra banca ansiando su llegada.

De alguna manera los recuerdos adversos se adueñaron de mi ser, en mi interior se empezó a generar un desasosiego angustiante, recordé la traición de Sebastián y la sangre comenzó a quemarme por dentro. En mi mente no dejaba de rondar la imagen de Nora en la alberca y todas las palabras que me dijo retumbaron con insistencia en mis oídos. ¿En cuántas ocasiones Sebastián le habría hecho lo mismo? ¿Cuántos engaños había tenido que soportar antes de mí?

Recordé la manera en que me abandonó en la casa del campo para salir corriendo hacia ella y una rabia atroz recorrió mis sentidos, el corazón comenzó a latirme a gran velocidad, imaginé verme envuelta en un ambiente donde Nora existiría por siempre, sería una constante presencia que no me dejaría vivir de la manera que tanto deseaba, si de inicio aceptaba una relación con esa etiqueta, terminaría lastimada sin remedio.

Sebastián no se había conducido con honestidad en el poco tiempo juntos, nada me decía que eso podría ser distinto, era un hombre en quien no debía confiar, a pesar de lo mucho que lo amaba, era nocivo para mí, ni siquiera estaba segura qué tipo de sentimientos lo mantenían a mi lado. Muy a mi pesar, dudaba mucho que fuera amor.

Llegué deshecha al estudio donde Joaquín me recibió en la puerta, me abracé a él con el corazón destrozado, solo pasaba la mano por mi espalda a manera de consuelo.

-No pude Joaquín -sollocé-. No pude enfrentarme a él.

-Tranquila, Jocelyn, te aseguro que es la mejor decisión que has podido tomar. Ahora puedes estar tranquila, has logrado un gran avance al decidir no verlo.

-Me duele, me duele mucho, estoy desecha por dentro -confesé llorando.

-Ven, relájate, te aseguro que todo estará bien.

Llegamos hasta mi habitual sillón donde se encontraba Lola, externé los sentimientos que me impidieron encontrarme con él. A pesar del profundo dolor que experimentaba, sentía cierta serenidad por haber logrado resistir el encuentro, sabía que debía ser capaz de superar el dolor y la soledad que sentía sin tener que caer en los brazos de Sebastián, no era posible seguir viviendo de esa manera, y la necesidad de abandonar la ciudad se hizo más poderosa.

-Jocelyn -dijo Lola- he considerado la posibilidad de que viajes conmigo a España, estás deseosa por dejar la ciudad, y creo que es una opción bastante buena para ti.

Me sorprendió mucho su propuesta, no sabía qué decir ni qué tan factible era considerarlo como una posibilidad, en concreto no me imaginaba haciendo ese viaje, si bien era lo bastante radical como lo que estaba buscando, tenía serias dudas en cuanto a qué tan bueno sería tomar esa decisión.

Me sorprendió mucho su propuesta, no sabía qué decir ni qué tan factible era considerarlo como una posibilidad, en concreto no me imaginaba haciendo ese viaje, si bien era lo bastante radical como lo que estaba buscando, tenía serias dudas en cuan...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El hombre del parque (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora