Litio.

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Cómo comenzar ahora. Es fácil llevarse bien con todos en momentos difíciles, sin embargo no es imposible. Hacer el ridículo por ejemplo te expone a pasar un mal momento frente a quienes serían tus compañeros y eso sería muy contraproducente para la convivencia. No estoy hablando de Ruben, estoy hablando del brujo, Klaus.

¿Quien es el? En su mente solo hay imágenes borrosas, tormentosas de destrucción, muerte; gritos y gritos de Miles de almas en agonía, estruendo, caos, pero aún así su actitud es tranquila como una dulce esquirla de luz que sueña libremente y aunque aveces le cueste duerme a voluntad. Su sueño más recurrente. Sueña con un hogar, en un valle llena de tulipanes. El cielo es azul y las nubes blancas, pero no hay astro celeste que alumbre de verdad, ya no recuerda como se veía el sol. Al final del sendero un árbol y del otro lado una casa hecha de barro. Avanza por el camino de piedra, hasta aquella morada de color rojo canela, abre la puerta y un maniquí lo recibe, el maniquí de un esqueleto, totalmente quieto, vestido con prendas pomposas españolas, una catrina. Antes le aterraba encontrarla ahora lo ve cotidiano, cada vez que mira hacia otra dirección su posición cambia. Ella se mueve mientras el no la ve, o quizás al ser su sueño el la mueve al retomar el contacto visual. Aprendió a soñar con lucidez, por qué las pesadillas del pasado solían ser una tortura para el, por eso le habla y le cuenta sus aventuras. Aveces ella le responde, aveces se queda en silencio. El día que la ciudad de Génesis fue destruida, Klaus lloró en su sueño, el no sabe por qué, pero tenía tantos sentimientos en ese momento que abrazo el maniquí. Las lágrimas eran derramadas con fuerza, su llanto se volvía más ansioso, violento, el derramó litros de llanto y entonces ella dijo: "serendipia" y el brujo despertó.

×: por primera vez tengo amigos, Lizi - le dice al maniquí. - se acabó mi larga soledad... La extrañaré -

El brujo despierta, su visión está borrosa y más bien poco puede verse por la oscuridad, pero puede sentir la sangre color negro escurrir por su larga cabellera. La gravedad ha debilitado la sensibilidad de sus músculos y de sus sentidos. Logra diferenciar a Arma entre la neblina que crean sus propios ojos, entiende ahora que ambos cayeron en una trampa. El niño aún no despierta. Klaus prepara su llama usando la sangre de su cabeza. Mira hacia arriba y ve el abismo hacia el que caería si se suelta sin pensarlo. Conoce su magia, sabe sus posibilidades físicas y mágicas, quien les tendió la trampa los conoce, Klaus lanza la sombra como un látigo para ver si puede engancharla a la orilla del vacío. No es suficiente. Su respiración se calma pero la tensión en su mente aumenta. Revisa su bolsillo. Su respiración se acelera un poco, nota que tampoco sus garras están equipadas, pero improvisa con sus uñas rotas algo similar, la uña del meñique casi siempre está más afuera que el resto. Busca la apertura de su cabeza, el orificio dónde sale la sangre negra. Toma un poco y con su meñique escarba en la herida, el líquido brota rápidamente y sus manos se llenan. Prepara su abdomen, y se impulsa hacia adelante, con su mano limpia intenta alcanzar su pierna, pero al estirar el brazo solo rasguña su pantalón. Ha perdido mucha sangre, y no está bien distribuida. Este esfuerzo es bastante difícil. Se prepara para intentarlo otra vez pero al momento de intentarlo escucha una voz monstruosa.

}: Yo no haría eso sí fuera tu.- el Brujo mira sorprendido al hombre con un collarín peludo como una melena de león y una máscara de huesos. Arma abre los ojos lentamente.

}: ¿Que diablos es esto?- el hombre toma unas pastillas de una mesita dónde están todas las cosas confiscadas. Klaus prepara la oscuridad en su mano.

}: Otro ser de sombras incompleto, debes ser el tercero que veo en estas últimas horas.-

×: ¿tercero?-

}: Y por lo que veo eres el primero que habla, y el primero que cae en una de las trampas.- Arma comienza a ver más claramente. Está a unos metros de Klaus, lo suficientemente lejos para que no puedan alcanzarse al columpiarse.

Catástrofe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora