Tinieblas profundas. Destruyen y rasgan la piel, peinando cada bello que sale de los poros, el frío es intenso, los huesos tienen problemas para resistir y simplemente caen. La chica, entre tanto lodo, entre insectos y un frío catastrófico se esta muriendo, cada fibra de su cuerpo le pide que se detenga y terminé este sufrimiento pero ella no piensa terminar así. Ella escucha el sonido de su corazón esforzarse por continuar. Ella le hace coro y sigue avanzando, arrastrándose con la poca fuerza de sus brazos para encontrar una salida.
Toca un poco todo a su al rededor haciendo gemidos, intentando respirar. Cada vez que inhala, sus pulmones se congelan un poco. La húmeda tierra le impide ponerse de pie. Cada vez que resbala se ensucia de lodo en alguna parte de su cuerpo, y el húmedo compuesto le expone al gélido viento que va de un lado a otro por dentro de la cueva. Cuando avanza, todo se va sintiendo más espeso y es más difícil estar de pie. Entre la hipotermia y el dolor muscular algo místico y extraño va pasando.
Dicen que cuando te vas a morir, ves una luz al final del túnel. ¿Quien seguiría esa luz? La luz te pregunta si te quedas o te vas ¿Quien se resignaría a dejarse ir? Ella no. Ella considera una idea cobarde el ir hacia la luz sobretodo después de todo lo que acaba de pasar. Pero la luz que ella ve es terca, avanza para consumir el cuerpo frío de la chica. La luz no la mira de frente. pero se aproxima a ella levitando, acercándose y formándose frente a ella una bestia antropomorfa figura cornamentada de enormes extremidades ¡Es una persona! su rostro tiene rasgos de anciano, palido y arrugado, con marcas parecidas a runas de luz esculpidas en el rostro de facciones grandes y toscas. Ella escapa un poco pensando en el como en la muerte. La chica no quiere irse, siente que su cuerpo puede dar más, lucha con todas sus fuerzas y su mayor esfuerzo hasta que consigue ponerse en pie. El hombre brillante opaca un poco con su luz y antes de que pueda huir los grandes brazos le ponen una capa afelpada en sus hombros, pesada pero tibia y acogedora, casi como por arte de magia, va templando su cuerpo, limpian un poco el lodo, le protege y le da fuerzas para mantenerse un poco más. Ella mira al extraño ser de frente con sus enormes ojos negros ¿Quien puede ser este misterioso hombre de armadura plateada y brillante como una estrella? ¿Por qué salvaría su vida?
El cuerpo del anciano se enreda con la chica en un abrazo, pero ella está segada por las esferas de luz que brillan alrededor del gigante hombre de cabellos blancos tomando su espalda con mucha energía y mucho cariño. Es suficiente energía la que se pasa de un cuerpo a otro para transmitirle el poder de seguir de pie, luchando contra su propia fuerza y contra el frío del lodo húmedo por la noche. Ella lo divisa, con su traje y gabardina, enfocando por fin esos ojos brillantes en una especie de magia azul, con labios grandes y después lo escucha.
Π: onimret nif rop. Nif le se etse ek isa. -
¿Esto es una broma? Piensa ella. ¿Quién es ese hombre? ¿Qué esta haciendo? ¿Qué rayos dijo? El se va alejando frente a ella, mirándola. Alumbrando el camino que ella piensa tiene que seguir. Sus piernas vuelven a reaccionar, se prepara para ir corriendo por el. El se aleja entre curvas, pero siguiendo un orden dirigiéndose hacia la derecha de su posición, acercándose a otro cruce ella rota hacia su derecha nueva mente, cuando llega en un bucle de lodo y espinas, se da cuenta que hay plantas creciendo y las raíces se hacen mas grandes, además el suelo se solidifica y el sonido mental que ella sentía del piano regresa para acompañarle esta vez con suaves notas. Ella fuerza su rostro para no verse mas débil de lo que se siente, intenta ser mas fuerte que el destino que le espera. Por fín ella se acerca siguiendo las luces. Con menos energías ella avanza casi por instinto, la capa le abriga con cariño, y seguir esa luz es su único recurso. Ella avanza siguiendo a su propio ritmo, esperando para no querer ver tan deprisa la imagen de su salvador, pero a la ves intentando captar de reojo algo que ella pudiese agradecer sin estar tan apenada. Se puede ver, entonces una luz púrpura entre las tinieblas. Las luces desaparecen de aquel anciano por completo, pues son opacadas por la salida que esta ahí delante. Ella va acercándose a un cielo estrellado, profundo, gigantesco, y muy frío.
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Catástrofe.
FantasyMagia. Yo la definiría como el final de los "Por qué". Cuando ya la lógica no tiene ninguna forma de responderse la respuesta es un "por qué sí" o como a mí me gusta decir "por arte de magia". Siempre hemos hecho eso y siempre se seguirá haciendo...