VIII

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Hannah

Quito la pintura de mi cara, jalando a Lucía al baño más cercano, es una especie de broma, lo primero que hago es refunfuñar sobre mi cabello, que no solo lo dejaron corto si no que ahora está maldita pintura no se quitará en varios días, cierro los ojos y empiezo a lavar mi cara para que la pintura deje caer por mis ojos

Esta mierda no está funcionando, me desabrochó el pantalón pero no me lo quito y así camino hacia la caja de cristal que funciona como ducha, tantas cosas pasan por mi cabeza y no entiendo que fue lo que le dijeron a Lucía, con que nos atrajeron a este lugar

—Mierda Lucía, ¿Que fue lo que te dijeron en si?— expreso furiosa, sacando las cantidades de pintura de mi cabello, esperando una respuesta de mi amiga, que nunca llega, y enarco un ceja, para girarme y buscarla a ver qué le pasó — ¿Lucia?— cuando abro los ojos doy pasos hacia atrás sintiendome sofocada

¿Por qué no se va y me deja en paz?

»—Nathaniel— susurro nerviosa, no entiendo que hace aquí — ¿Que mierda haces aquí?— se que mi voz sale como si estuviese tartamudeando, pero no entiendo que hace aquí — ¿Acaso no te basto con arruinarnos la ropa?— me asustó, porque aún tengo el beso forzado que me dió en el cuarto del conserje y su amenaza que estaría a sus pies con palabras menos bonitas y con un significado menos literal — ¿Que más quieres hacernos?

Se que estoy demostrando mi miedo, pero ahora no tengo nada para liberarme de el, estamos en su casa en uno de sus baños y si él quiere puede quebrarme, así que tengo miedo

Mucho miedo

Se quita la camisa y trago en seco, por primera vez desde que estoy aquí siento ganas de llorar, pero las retengo viendo cómo entra en el mismo espacio que yo, mojandose el pantalón, inclina la cabeza e intenta besarme, suelta un gruñido y aprieta los labios, rompiendo la ropa que tengo, mi pantalón se hace trizas al igual que mi playera y más ansiedad me da

—¿Podrías no hacer esto por favor?— mi voz sale como un sollozo, una súplica para que se detenga, y da pasos hacia atrás permitiendome respirar

—Usa mi camiseta, en la tercera habitación a la izquierda, del segundo piso hay ropa de mi prima, podrías ver si te queda— anuncia, abre la puerta y se marcha dedicandome una última mirada

¿Que mierda fue eso?

Miro mi ropa y respiro más tranquila, trato de sacar lo más que puedo de la pintura de mi cabello y de mi cuerpo y salgo de la caja de cristal buscando alguna toalla que encuentro y uso para secarme el cuerpo y después envuelvo ni cabello en ella, me coloco la camiseta de Nathaniel aunque no lo quiera y salgo ignorando las miradas de todos y subiendo la escalera que está detrás de la cocina

Busco la habitación que me dijo y entro, apoyando la espalda en la puerta, ciertamente es el cuarto de una chica y su voz tiene tanto voto como la de Aarón así que aunque su prima me odie el fue el que dio la orden de usar cualquier cosa de aquí, aunque bueno todo parece nuevo

Como si nunca hubiese sido usado, abro las puertas del armario, viendo cómo cada muda de ropa tiene una etiqueta, los zapatos la ropa interior, salgo de nuevo viendo la habitación, y notando que la decoracion también es reciente

¿Nathaniel si tiene una prima?, Pienso para mí mientras escucho la puerta abrirse y doy pasos hacia atrás, los ojos verdes de mis pesadillas entran y me dedican una sonrisa ladeada antes de tirarse en la cama

—Pero...— expreso pero el solo hace un gesto para que siga haciendo lo que estaba haciendo antes de su irrupción, pero no me voy a vestir delante de él

Del Otro Lado [Trono #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora