Del Otro Lado [Trono #1]

XIV

Aarón

Me siento sofocado y algo asutado, pero no me importa mientras miro hacia mi alrededor y descubro que nadie me está siguiendo, me subo la capota de la sudadera y me coloco los lentes de sol, aunque sea de noche, pero tengo que escaparme con éxito

Mañana nos regresamos a la capital, después que el padre de la mujer que me drogo la golpeara hasta casi matarla, intervení porque ella solo quería lo que todas aquí quieren, que yo sea su esposo para ser la futura reina de la nación, mi padre por fin acepto que regresariamos

No quiero aceptar que mi emoción por regresar sea por una rubia, pero en parte es por eso, antes de venirme al norte dejamos muchas cosas inconclusas y un juego que me está gustando

Así que mañana por fin regresaremos, aunque la opción de volver no fue solo porque mi padre vio que era un caso perdido y que primero moría antes de aceptar cualquier mujer que me pusiera en frente, si no porque escucho alguna mierda de la capital que lo preocupo y en 14 días debe volver al otro lado para volver a hablar con el rey

Y quiero ir, pero el se negó

Así que estoy escapando del castillo no porque quiera quedarme en este frío lugar, es porque yo no me voy a ir de aquí hasta saber quién vive en la casa prohibida, ya se que debo ser un príncipe ejemplar para todos pero si no me dicen las mierdas como son no esperen que haga las cosas que dicen que están mal

Después de asegurarme de haber salido sin ser visto, empiezo a correr para alejarme de la mansión, no hay muchos guardias porque aquí nadie se atreve a ir en contra de la autoridad suprema, así que estamos a salvo, por lo que no hay seguridad y fue más fácil mi escapada

Miro hacia todos lados y sigo corriendo, un guardia al que compre y que seguramente luego se matará al no poder con la culpa me espera tres cuadras abajo, en un auto completamente blindado, se pone en marcha a penas subo en el y mira a todos lados mientras conduce, lleva un ritmo normal para que no sea descubierto y luego de llegar a la parte más abandonada del norte se detiene y dice que estoy solo de ahora en adelante

Bufo en respuesta, y le doy una amenaza con la mirada mientras avanzo, no corro, solo camino mientras la pequeña casa se va haciendo más grande, no hay árboles cerca, es solo una casa abandonada, pero no lo está, lo confirmo cuando la cortina es abierta y aunque solo se ilumina por la luna veo la figura que me sonríe siniestramente, viendome acercar

Y mientras más avanzo me quedo de piedra, viendo en ese rostro el rostro de alguien más y eso sí da temor

Abro la puerta aún con la mirada de la mujer sobre mi, viéndola de cerca me puedo dar cuenta que es menor que papá por lo menos unos tres años, y que es hermosa, a pesar de una cicatriz que reluce al final de su cuello, haciéndola ver más macabra, enciende la luz cuando entro por completo y su sonrisa me pone los pelos de punta, aunque no se lo demuestro

—Su majestad — dice con burla — ¿Se puede saber que hace en la casa prohibida?— murmura, tiene una bata de seda que le llega hasta los pies de color rojo sangre, y su piel pálida me hace darme cuenta que es cierto los rumores y jamás ha salido de aquí

Enarca una ceja al ver que no hablo y carraspeo haciéndole la pregunta que más ronda en mi mente

—¿Cuántos años tienes?— si, yo mismo me sorprendo haciendo esa pregunta, debería preguntarle porque su casa está prohibida y ella es un fantasma del cual no se debe hablar pero supongo que ya llegaremos a eso

Ella se ríe, una risa joven y fresca como la de alguien que llevo tatuado desde hace meses

—Los suficientes para que sea usted y no tu — expresa burlona, se sienta en un sillón frente a la ventana, cerrando de nuevo las persianas, alcanza un cigarro algo extraño y lo lleva a sus labios, que son de color cereza, me indica el asiento frente a ella y dudo pero al final me siento — lo dejaré pasar solo porque eres el príncipe