XLVI

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Capítulo Final

Una unión para la Eternidad

Tipo de Narrador: Tercera Persona

01 de Septiembre

La brisa fresca anunciaba el otoño, ese primero de septiembre se sentía especial, y lo era, era el día en que dos almas se unirían en matrimonio, dos personas tan diferentes y con personalidades chocantes, dos personas con un poder y una responsabilidad que no cualquiera podría asumir

Hannah Elizabeth Rossetti Rinaldi, y Robert Eduard Aarón III Marconi Moretti, se unirían hoy y para siempre, estarían juntos, para asumir lo que a ambos les tocaba cuando tuviesen algunos años más, y aunque siempre tenían diferencias y discusiones y en el único lugar donde se llevaban bien, resultaba ser una cama y un buen orgasmo, ambos confiaban el uno al otro

Y eso era lo que importaba

De lado de Olive, Hannah caminaba de un lado a otro, después de todo era su boda y aunque tenía todo lo que había planeado y querido desde que tenía uso de razón y soñaba con ese día no podía evitar estar nerviosa, las doncellas trabajaban en su cabello que estaba un poco más largo, no el que ella quería y por lo que luchaban por ponerle extensiones para que estuviese igual de esplendoroso como siempre

Algunas otras luchaban por mantenerla quieta y empezar a maquillarla, solo faltaban unas horas y todo tenía que resultar perfecto, tres doncellas más se encargaban de llevar el vestido hacia el lugar para vestirla, y conforme pasaban los minutos más nerviosa se sentía la princesa

En ese mismo castillo, sus padre como no era novedad desde que la reina regreso, discutían, Joseph deseando que ese día fuese una broma, estaba imponente siempre tenía las cosas bajo control pero desde que su hija regreso de Salísbury todo eso se fue al carajo, y se lamento el no sacarla a tiempo para que no descubrieran uno de sus más oscuros secretos

Amaba a su hija pero ella no estaba preparada para dirigir la nación y mucho menos para hacerlo con quién aún era su enemigo

Quería protegerla, pero también se estaba dando cuenta que cada día demostraba ser la princesa que el educó, cansado de discutir con quién aún era su esposa, se tiró de espaldas a la cama, con el pantalón sin abrochar y la camisa suelta, arrugando el traje

—Joseph levántate y vete — pronunció su esposa despacio y amenazadoramente, el rey había echado a las doncellas de la reina dejando la tarde de vestirse a medias

—Alaia, hagamos una tregua — pronunció el rey, cerrando los ojos y aprovechando que la reina se había acercado para echarlo de su cama, y hacerla caer encima de el — por hoy, hagamos una tregua, se casa nuestra hija y se que me odias por la vida que te hice pasar, pero — tomo un mechón de cabello, y lo coloco detrás de su oreja y la apretó aún más fuerte en sus brazos para que se quedará quiera — por favor, por hoy seremos la pareja que fuimos 19 años atrás, solo por hoy

Ella suspiró, maldiciendo, había un montón de contradicciones, el lo odiaba por todo lo que le hizo pasar, aún en su corazón sentía la necesidad de quererlo de darle el amor que antes le faltó, la razón por la que el rey era tan frío y calculador, la razón por la que anteponía su pueblo incluso por sobre su familia, por ello la guerra podría seguir el día siguiente, hoy podía fingir que se amaban como la primera vez que se vieron

—Solo por hoy — el rey bajo la guardia y suspiró poniendo una sonrisa

—Gracias — se levantó, bajando la de su regazo y dejando un beso en sus labios para después salir y caminar a terminar de vestirse, ella también suspiró y volvió a llamar a sus doncellas

Del Otro Lado [Trono #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora