Del Otro Lado [Trono #1]

XXXVI

Hannah

Mis manos tiemblan mientras dejo el cofre sobre mi regazo, y algunas lágrimas escapan de mis ojos, porque siento que esto es tan grande, tan pesado, descanso mi cabeza sobre el árbol que sirve de refugio para acallar mis pensamientos

—Señorita, el joven Morrone, está aquí — no levanto la vista, no digo nada, solo espero que Lucas aparezca, porque el no entiende el termino atosigamiento y puede que sea la única opción para convertirse en mi "esposo" pero no quiero verlo

—Hannah, ¿Que sucede?— escucho su voz pero no respondo a nada, sigo viendo el cofre entre mis manos

—Lucas, debes parar — suspiró y limpio algunas lágrimas que cayeron de mis ojos, levantando la vista para verlo — debes hacerlo en serio, no estoy bromeando o haciéndome la difícil para tener tu atención, no quiero verte u oírte, solo quiero que me dejes en paz

—Hannah, soy tu mej... — levanto la mano para que se calle

—Cuando sea el momento que tenga que unir mi vida a la tuya, pensaré en eso, ahora quiero que te alejes de mi vida — me levanto con el cofre en la mano y le pasó por un lado, estoy tan estresada y pensativa para darle mi valioso tiempo a él

—Majestad, ya las invitaciones fueron enviadas — avisa la encargada de mi baile de cumpleaños

Me emociona, hacerlo, pero más me emociona ingresar a la habitación de mamá

—¿A todos? — sigo avanzando con el cofre en la mano, yendo hacia el salón de banquetes, un salón inmenso que se usa para este tipo de ocasiones

—Si, señorita, las últimas que se enviaron fueron a Salísbury pero ya me asegure de que llegaran a tiempo — me detengo en seco y giro para verla, haciendole una pregunta con los ojos

—¿Que?— reafirmó mi pregunta y ella traga en seco apretando una tablet que tiene en la mano

—Señorita, la realeza de Salisbury estaba en la lista de personas invitadas, yo solo envío a dónde me ordenan — aprieto los labios y cambio la dirección de mi destino, ignoro los llamados de la organizadora hasta ingresar al despacho de mi padre

Tiene unos lentes de lectura sobre el puente de su nariz y muchos documentos están esparcidos por su escritorio, otros más arrugados en el piso y otros en su mano, levanta la vista y me ve con una ceja arriba

—¿Invitaste a Salísbury a mi fiesta de cumpleaños?— no me importa lo que esté haciendo, esto es más importante

—Si, vamos a firmar una unión, es normal que los invite a este tipo de eventos — expresa quitándose los lentes, hago un mohín y me ve esperando que diga algo más

—Disculpe su majestad, no era mi intención interrumpirlo de sus labores, solo se me hacía extraño que es usted tan reservado que invite a gente de otros países al cumpleaños de su hija — me doy media vuelta, mi padre no dice nada pero se que no le gusta que le hable de forma tan educada y cordial

Creo que intenta decir algo, pero al final no dice nada y termino saliendo de la oficina y yendo al salón de baile, están acomodando las mesas, y trayendo unos asientos parecidos al los que están en el salón del trono, miro al techo y hago una mueca

»—Candelabros dorados, rosas rojas, flores de todo tipo pintadas de vino — explico — lo había dicho hace un mes

Ruedo los ojos y ellos se tensan pero asienten

»—No quiero nada que no sea Dorado y Vino — doy media vuelta y salgo por completo, hasta llegar al sastre, empezó con mi vestido hace un mes, aunque el vestido sea sencillo, el más sencillo que he usado, pero el quiere que me quedé perfecto