Complementario

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- Bueno, que esperas Lyle, las chicas y Lemy nos esperan en el centro comercial,- La mujer de melena castaña empujaba suavemente al chico de dorados cabellos fuera de la casa - Vamos vamos vamos

-¡Tía Lynn! dame un momento, necesito prepararme - Lyle se encontraba sobre el marco de la puerta, luchando por no ser arrojado fuera - no puedo salir así vestido, necesito cambiarme primero.

-No importa, te vez bien así, vamos se hace tarde.- Lynn siguió forcejeando - puedes cambiarte en las tiendas de ropa, no te preocupes - el chico finalmente cedió a sus demandas a regañadientes. - Lo prometes.

-Si seguro, ahora vamos - Lynn tomo en brazos al chico cargándolo hasta su auto.

Tras ello finalmente se pusieron en marcha, Lyle miraba por la ventana el paisaje pasar demasiado rápido a través de la autopista hasta que arribaron a un sitio donde la velocidad máxima era menor.

La vista no era tan grandiosa como uno esperaría, la gente a pie se movía a su ritmo, ignorándose los unos a los otros mientras los autos iban a toda velocidad sin detenerse admirar el exterior, Lyle suspiro, esperaba ver algo que le subiera un poco más el ánimo tras el incidente de la mañana.

-Sucede algo Lyle? te ves bastante desanimado - La castaña le miro, el chico se encontraba algo cabizbajo - No es nada tía Lynn, es solo que *suspiro* estoy un poco preocupado por el regalo de Libby ¿Qué tal si no le agrada mi regalo? me odiara si no lo hace aun.

Lynn no pudo evitar reírse un poco por el comentario del rubio - No te preocupes mucho por eso, estoy segura de que encontraras el regalo perfecto para ella y aun si no lo haces, ella no te odiara por ello.

-Pero qué tal si. . . - Lyle trato de protestar pero Lynn lo detuvo poniendo su dedo sobre sus labios - no te preocupes mucho ahora, solo respira profundo y deja que tu corazón te guie, más o menos así fue como tu papa lo hacía y. . .

-Lyra - menciono el chico generando confusión en la castaña - una lyra no creo que Libby sea del tipo . . .

-No tía! Mira ahí ¡- el rubio señalo a una chica en la acera sosteniendo un letrero con la leyenda escrita Lleva la harmonía de vuelta a casa, La camioneta freno en seco pasando de largo a la chica y lentamente comenzó su a avanzar en reversa hasta quedar al lado de la chica del cartel.

UN vidrio polarizado bajo dejándose ver las caras tanto a Lynn y Lyle como a la chica del cartel, ninguno dijo una palabra por unos instantes creando un aire de incomodidad, -Lyra ¿Qué haces aquí? - rompió el silencio finalmente el chico rubio.

Lyra trato de responder cuando alguien a lo lejos grito -¡Que están haciendo! -la chica se tensó de inmediato al oír esa voz, ambos ocupantes del vehículo pudieron notar este cambio en ella.

-Puedo saber ¿Que están haciendo con esta chica? - El dueño finalmente llego hasta ellos, frente a ellos estaba un hombre que fácilmente rondaba por encima de los cuarenta años, con una sonrisa fácil y un gran carisma que podía engatusar a más de uno, pero había algo que no cuadraba en él, que hacía sentir el brotar una alarma en la castaña.

Era la forma en que miraba a Lyra, eran esos ojos que Lynn conocía tan bien, esa mirada que Lynn había visto cientos de veces en otras personas, la mirada de hambre y deseo.

-Que sucios planes tenían con esta hija del señor - el sujeto comenzó una cátedra sobre los pecados - ¿Acaso planeaban llevarla por el camino? ! Pues sepan que no lo permitirán ¡- comenzaba ahora con sus acusaciones, su mano se acarició los sedosos cabellos de Lyra - Es mi deber como líder proteger al joven rebaño de las malas influencias del mundo. - Lyra se palidecía cada vez más y más.

De vuelta a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora