Taehyung, Jimin y Seokjin han sido amigos inseparables desde la secundaria. Hoy, a sus 35 años, son tres hombres desilusionados, atrapados en vidas desastrosas e infelices. La noche en que están a punto de cometer el mayor error de sus vidas, ocurre...
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💜🐰🐻💚
—¿Por qué me pides eso?
—Porque estoy desesperado.
Yoongi cargó a Jimin sobre su cadera y lo llevó hasta su habitación. Cerró la puerta y lo recostó sobre la cama. Entre besos y caricias por su cuello y labios, le fue quitando la camisa.
Jimin abrió las piernas y pasó las manos por la espalda de su mayor mientras besaba sus labios. Aquel beso que se daban era apasionado e intenso. Para Jimin estar entre los brazos de su Yoongi era la mejor sensación del mundo. Hacia mucho tiempo que no sentía los labios de su amado junto a los de él. Aunque Yoongi no sintiera lo mismo que él sentía, Jimin quería besarlo con todas sus fuerzas.
«Parece que pasó un siglo desde la última vez que me besaste así, mi amor..» Murmuró Jimin mientras devoraba los labios de Yoongi.
—No entendí... —dijo Yoongi con la respiración acelerada —.
—No hagas caso a lo que dije...
Yoongi buscó entre sus cosas un lubricante y un par de condones. Comenzó a quitarse la ropa y se puso el condón, pasó lubricante sobre su miembro y lo acercó a la entrada de Jimin, y lo metió muy despacio para no lastimarlo.
Jimin soltó un gemido bajo y mordió su labio a medida que sentía el miembro de Yoongi entrar y salir de su estrecha entrada.
Yoongi subió las piernas de Jimin sobre sus hombros y lo penetró una y otra vez, muy despacio. Los movimientos suaves de este, hacían que Jimin jadeara acelerado de placer.
Poco después, Yoongi se recostó en la cama y lo subió sobre su cuerpo. Jimin se sentó lentamente sobre el miembro de su mayor y comenzó a mover su cadera sin parar. Subía y bajaba una y otra vez, sin dejar de gemir.
Yoongi miraba la perfecta figura de Jimin sobre su cuerpo mientras movía su cadera en perfecta armonía con sus gemidos.
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Namjoon llegó del trabajo después de un día agotador, y fue hasta la habitación de SeokJin a darle las gracias por haber ayudado a su esposa.
—Seokjin-ssi, muchas gracias por ayudar a Hyuna. No tengo como pagarle todo lo que ha hecho con mi familia.
—No tiene que decir eso, Namjoon-ssi. La verdad, yo quería pedirle perdón.
—¿Por qué?
—No lo entendería. Solo acepte mis disculpas, por favor...
—Está bien, lo haré... —sonrió. —¿Podríamos retomar los masajes? Le pagaré por eso.
