Taehyung, Jimin y Seokjin han sido amigos inseparables desde la secundaria. Hoy, a sus 35 años, son tres hombres desilusionados, atrapados en vidas desastrosas e infelices. La noche en que están a punto de cometer el mayor error de sus vidas, ocurre...
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Cha Eunwoo se quedó pensativo mientras miraba a través de la ventana después de haber escuchado todo lo que Jungkook le había dicho sobre su difunta madre y su pequeña hermana, Jae gaeul.
—¿No dirás nada?
—¿Por qué me dices esto ahora?
—También lo supe recientemente. Aunque no me agradas, no puedo dejar que mi hermana se quede sola si yo muero.
—No te vas a morir. Yo no lo voy a permitir...
—¿Qué vas hacer? No tienes el poder para quitarme el cáncer. Estoy condenado, y tengo que aceptar mi destino.
—Este no es tu destino, Jungkook. Esto es solo una prueba más de la cuál te libraras...
«Jungkookie, amor ya estoy aquí.» Dijo Taehyung con emoción mientras entraba a la habitación. Se detuvo de golpe cuando vio a Cha Eunwoo de pie al lado de Jungkook.
—Te dejo descansar. Hablaremos cuando salgas de aquí.
—Está bien...
—Recupérate pronto...
Eunwoo salió de la habitación de Jungkook y Taehyung salió detrás de él para detenerlo. Lo sostuvo por el brazo con fuerza para evitar que se fuera.
—Espera un momento. ¿Qué viniste hacer aquí?
—¿Cuál es tu problema conmigo? —se soltó bruscamente. —¿Estás celoso de mí?
—Mantente alejado de Jungkook. ¿Crees que no sé lo que quieres de él?
—Solo asegúrate de que no se muera, porque eso es lo único que no te voy a perdonar.
—¿Quién te crees que eres como para decirme eso?
—Soy un hombre, que al igual que tú, lo ama incondicionalmente. Yo también estoy dispuesto a todo por él. Mi amor también es sincero, señor Kim...
—¿Amor sincero? ¿Tú? Tú solo te has aprovechado de él.
—Si tú no hubieras entrado en nuestras vidas, Jungkook ahora sería mi esposo. Porque yo hubiera hecho hasta lo imposible para ganarme su corazón. Maldita hora en la que apareciste, Kim Taehyung. Si él no te amara tanto, tú ya estarías bajo tierra —se acercó. —Así que agradécele a Jungkook, porque fue él quién salvó tu vida —se marchó —.
Taehyung lo miró marcharse sin mirar atrás, y dio un gran suspiro mientras se recostaba de la pared para pensar. «¿Qué es lo que estoy haciendo?» Murmuró para si mismo con un gran desánimo.
—Tengo que controlarme. No puedo perder el control cuando me encuentre cerca de ese.
