Visita inesperada.

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-¡Sofía!

Abrí los ojos, difícilmente, y con un hilo de voz conteste.

-¿Qué quieres, mama? Tengo sueño.

-No, yo nada. Tienes visita.

-¿Visita, quien?

Pero no contesto, pero ya me hice una idea. Mire mi móvil, tenía tres llamada perdidas de él. No quería bajar, pero una parte de mi decía que no fuera tonta, que dentro de poco me iría y tenía que aprovechar. Aunque, pensándolo bien, mejor prevenir. Si lo prevengo ahora, será mejor olvidarlo, porque si ahora sigo, me pillare más, y será más doloroso. Pero, incluso, note una sonrisa, y una felicidad dentro de mí, que no se podía experimentar, ni se podía describir con palabras. Por eso, me levante y me puse otra ropa, esta vez sencilla. Me puse medias con un pantalón muy corto vaquero, y una camiseta de lana azul. No hacía mucho frio, así que no cogí mi abrigo. Me lave un poco la cara para que no vea que había llorado. Y me maquille un poco lo ojos, me deje el pelo suelto, que me caía hasta la espalda.

Me despedí de mi madre, y Salí, llena de felicidad. Aunque la felicidad que llevaba se me quito al ver la persona que me esperaba, no era la persona que creía. Era Isa, tenía los ojos llorosos, y cuando me vio acudió a mí, corriendo, me dijo perdón en un susurro y me abrazo. Yo me aparte de ella enseguida, no quería saber nada de ella, por eso, me di la vuelta. Pero ella empezó a hablar.

-Sofía, lo siento mucho, se que ha estado mal, y de verdad que he estado fatal cuando se lo dije a Jesús, me he comportado como una cría pequeña, lo sé, pero estoy enamorada de Dani hace mucho tiempo. Entiéndeme, que me dijera eso, para mí era un palo enorme. En ese momento te odie, porque yo había estado todos los días para él, conquistándole, y tu llegasteis un día, y todo lo que hice yo, se fue a la mierda por ti. Me dejo de hablar, pero después me llamo para lo de la comida, pero solo fue una excusa para no ir solo, y para que, no se hiciera daño, porque si va tendrá que soportar que tú y su hermano os estéis dando besos todo el rato. Yo de esto me he enterado ahora mismo, y me ha sentado fatal. Entiéndeme, ponte en mi lugar. Si tu estas pillada, y mucho, por un chico que te ha estado utilizando por otra chica ¿Qué harías?

-Me sentaría fatal, como tú, pero no llamaría a su hermano para estropearle la relación a ella. Si su otro hermano también la quiere, pues se siente, ya encontrare a alguien mejor que me quiera de verdad y no me utilice. Pero aun así, te entiendo, y sé que no ha sido fácil, pero necesito tiempo para perdonarte, soy muy rencorosa para estas cosas, pero agradezco que hayas venido aquí para pedirme perdón.

Suspire, se me quedo mirando un rato. Estaba arrepentida, pero yo no la podía perdonar, por ahora. Me ha hecho mucho daño, y sobre todo, lo ha estropeado todo. Pero, tampoco podía estar así con ella, ella lo ha hecho lo primero que se le venía a la mente, y lo que le venía fue aquello. No la culpo de nada, pero parte de culpa tiene.

-Ya he llamado a Jesús.

-¿Y?

-Que él ya lo sabía, bien como me lo dijiste.

-¿Y el que te ha dicho?

-Se ha enfadado conmigo, también lo entiendo. Bueno, yo solo venia a darte explicaciones, y espero que te perdones con él, que el también me ha dicho, cuando le dije que iba a venir, que te dijera que por el ya te ha perdonado y que puedes ir cuando quieras, que te echa de menos y que se ha pasado contigo, y que te quiere mucho.

-¿Te ha dicho eso?

-Si.

Me pareció raro, pero no quise hablar más. Le di dos besos y vi como se marchaba. Cogí mi móvil y desbloque a Jesús, vi su foto de perfil, se la había cambiado por una foto mía, y de estado “te quiero como a nadie más” y la fecha en la que nos conocimos. Este chico es increíble, y que vergüenza, me verán todos sus contactos. Pero, eso me armo más de valor para mandarle un mensaje, en lo que ponía.

Jesús, mi amor, siento todo lo que ha pasado entre nosotros, pero esto me ha demostrado que te echo de menos y que no puedo estar sin ti, te parecerá raro que yo te diga eso ¿verdad? No estoy drogada ni nada eh. Bueno, cariño, necesito verte ya de ya, y que todo solucionado, y no quiero hablar más del tema por favor, todo arreglado ¿vale? Dime lugar y hora y ahí estaré, claro que tú puedas y quieras, te quiero Jesús.

Me senté en los sofás que había en el hall. Estaba ansiosa de que me contestara, estaba en línea, y a la vez escribiendo. Recibí el mensaje, y enseguida, otra sonrisa de felicidad. Mi sonrisa mostraba felicidad, y todos lo notaban.

Sofía, me creía ya que te había perdido para siempre, pero ya veo que no. Yo también te quiero, y quiero que ya no haya peleas, y que nunca volvamos a separarnos, yo también te he echado mucho de menos. Y i, está todo arreglado, tranquila. Voy de camino al hotel, ¿puedes ahí? Dentro de 15 minutos estoy ahí, que tengo unas ganas de abrazarte y besarte que no aguanto más, te quiero mucho, mucho Sofía.

 

 

Comienza una nueva vida (Gemeliers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora