Comienza una nueva vida (Gemeliers)

Enfados de pareja.

No parabamos de andar, de reirnos, y muchas cosas mas. Me gustaba el Jesus de ahora. Se acercaron unos amigos de Jesus, el me presento.

-Esta es mi novia, Sofia.

-¿Como tu novia?- le dije en un susurro

-¿Es que no quieres serlo?

Deje esa pregunta sin contestar, y enseguida me dirrigi hacia ellas.

-Encantada.

Una, creo que era Amgela me miro con mala cara y se fue sin decir nada.

-¿Y a esta que le pasa?- le dije- No estara molesta por lo nuestro, ¿verdad?

-Una larga historia, pero vamos que ella esta colada por el, y cada vez mas. Y bueno.

-Lo siento.

-No lo sientas cie, les estamos ayudando  a que se olvide el, pero parece que es imposible- decia Teresa.

Era simpatica, muy simpatica, caia bien a todo el mundo, por lo menos a mi me lo parecia. Nos sentamos en un banco los cuatro, y comenzamos a hablar.

Me puse al lado de Jesus, para aclarar mejor lo que habia pasado.

-Cuenta.

-¿Que cuente que?

-¿Por que le has dicho que eramos novios?

-¿No te gustaria serlo?

-No. Para que mentir, ahora mismo no quiero novio.

-¿Y rollos si?

-Si.

-Eres rara.

-No lo soy.

-Si lo eres, o si no dame alguna razon razonable.

-Por que no quiero, y punto.

-Eso no es razonable.

-A ver, Jesus, como te lo tengo que explicar que no quiero, a ver si te enteras de una puñetera vez joder.- esta vez lo dije gritando, se entero todo el mundo.

-Pelea de parejitas.

Se rieron.

-No, por que no somos nada.

-Como?- dijeron extrañados.

-No te entiendo, Sofia, madura ya de una vez por todas, pareces una niña chica.

-Tu si que lo eres. Y tengo mis razones.

-Ya vale, la fiesta en paz, no entiendo muy bien lo que esta pasando.- dijo Teresa.

-Ni tu ni nadie- dijo uno, que ahora mismo no sabia como se llamaba.

¿Era verdad lo que decia Jesus? ¿Por que no queria serlo? Era una pregunta sin respuesta, necesitaba la necesidad de decirlo, pero en realidad siempre pensaba que cuando me lo pediria, que cuando iba a llegar la hora, y ahora yo, pues la cague. Pero, solo pensaba en el beso, no queria sufrir mas, no queria que me lo vuelva a hacer, aunque veia a Jesus muy arrepentido de aquello. Tendria que olvidarlo, pero no puedo, soy muy rencorosa, y esto no lo podre olvidar nunca, aunque me muera.

-¿Y que razones, Sofia? Si acaso las tienes- dijo Jesus al fin.

Me quede callada, mirando a los demas, que estaban extrañados. No tenia respuesta a lo que decia Jesus, ni sabia por que lo haboa dicho. Intente calmarme.

-Lo siento, no se que me ha pasado.

-Sera eso.

Le mire, me acerque a el y le di un beso. 

-Me encantaria serlo. Si eso responde a tu pregunta.

Me devolvio el beso y aplaudieron, no habia pasado mas vergüenza en mi vida.

-En todas las parejas hay enfados, y se nota que os quereis.

-Ademas, haceis una buena pareja- decia Teresa.

En ese momento, me acorde de Isa, prometi llamarle si sabia algo de Jesus. 

-Tengo que llamar a una persona, ahora vuelvo.

-Vale.- dijeron.

Me fui bastante lejos, donde ahi marque el numero de Isa.