~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Me siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder.
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Entró a su salón una vez llegó a la escuela. Estaba muy emocionado por contarle todo lo que había pasado en la cita a su mejor amigo.
Fue hacia su lugar y se sentó, esperando a su mejor amigo, quién llegó a los minutos y se sentó junto a él.
-Cuentamelo todo- dijo el moreno sonriendo.
Jaemin levantó su cabeza y vio a su mejor amigo- Primero que nada, buenos días- dijo sonriendo.
-A la mierda eso, cuéntame ¿Qué pasó?
El menor le empezó a contar a su mejor amigo todo lo que había pasado en su cita. Tenían tiempo suficiente ya que pronto iban a salir de vacaciones y los profesores no daban tantas clases estos días. Tenían libres las horas antes de receso.
Una vez Jaemin terminó de contarle a su amigo el moreno habló- Entonces ¿Tal vez puedan tener otra cita?- dijo el moreno mirando a Jaemin.
El menor asintió- Muero por verlo, creo que hoy no vino, no lo he visto- dijo el menor un poco decaído.
-Tal vez se quedó afuera ¿Qué te parece si vamos a ver si está?
-No quiero que crea que lo estoy buscando, mejor lo buscamos en el receso.
El moreno asintió- Oye ¿Qué piensas hacer ahora? ¿Le vas a hablar?
-Pues no se, siento que ya estamos un poco avanzados pero aún me da pena hablarle- dijo Jaemin sonrojado.
-Pienso que deberías acercarte más a él, no se, hazle saber que te importa.
El menor se quedo pensando.
Siguieron hablando hasta que el timbre del receso sonó. Salieron juntos de su salón y fueron a la cafetería.
En la entrada se encontraron con Chenle y los tres entraron a la cafetería. Fueron a la mesa donde siempre se sentaban.
Había mucha gente en la cafeteria,as que todo en la entrada, estaban mirando algo, en eso vieron entrar a los 4 chicos y se sentaron en la mesa de siempre.
Una chica se acercó a ellos.
Uno de los chicos se levantó y se sentó en la mesa, la chica se quedó parada entre las piernas del chico. Ella acarició el rostro del chico, lo besó y él no dudó en seguirle el beso.
Esos dos eran nada más y nada menos que Jeno y Rose.
El corazón de Jaemin se rompió en pedacitos. No quería llorar pero no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, obviamente no lloraría frente a todos en la cafetería.
Se levantó de la silla dispuesto a irse.
-Jaemin espera ¿A donde vas?- dijo el moreno llamando a su amigo.