~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Tú y yo somos un nosotros, y aún estando separados, no lo dejamos de ser.
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Desde que salieron de la casa de Jaemin ninguno de los dos había dicho nada. Jaemin no tenía ganas de hablar y Jeno no sabía cómo empezar la conversación.
Luego de un rato de estar pensando por fin pudo hablar— ¿Por qué estás yendo a terapia? Entiendo que es necesario ¿Pero hay una razón en específico?
—Tengo dependencia emocional, ya llevo varios meses en terapia y he mejorado muchísimo, pero aún no estoy del todo bien.
El pelinegro se quedó callado por unos segundos— Te arruiné la vida.
—No digas eso, sabes que no es así, no es solo por lo nuestro, también se debe a lo de mis padres.
—Debe ser muy difícil para ti todo esto, la muerte de tus padres, nuestra relación y ahora esto. Lo siento tanto.
—No es tu culpa, las cosas pasan por algo.
Jeno asintió— ¿A donde vas?
El pelirosa suspiró— Últimamente las cosas no han estado bien, Hanna robó dinero de las cuentas de mi padre y con el señor Choi decidimos desenmascararla, pero lo haré por mi propia cuenta.
—¿Que? ¿Estás loco? Algo puede pasarte.
—No voy a ser cobarde otra vez, voy a enfrentarla.
—Has cambiado mucho.
—Me gusta este nuevo yo.
—A mí también— dijo Jeno mientras lo miraba con una sonrisa que decayó segundos después— Jaemin, perdóname, perdóname por el daño que te hice, se qué no merezco tu perdón, pero te prometo que dejaré de molestarte si me perdonas.
—Si te perdono, Jeno.
—¿Lo hiciste solo para que dejara de molestarte?— preguntó el pelinegro.
—No, lo hice por mí, no está bien guardar rencor, eso me hace daño. Perdóname tú a mí también, sé que esto también pasó por mi culpa y ya lo entendí, no solo tú tuviste la culpa, fue de los dos— Jaemin sintió sus ojos aguarse.
—Esa noche no pasó nada, te lo juro, Rose me drogó, pero cuando fui a hablar con ella me juro que nada había pasado entre nosotros y yo pude recordar algo más, en realidad entre ella y yo no pasó nada, solo me quitó la ropa y tomaron las fotos para fingir que habíamos hecho algo. Sé que no pasó nada por que yo no tenía marcas, ni me sentía como me siento después de tener sexo. Luego de pensar tanto en eso caí en cuenta.
—¿Y que hago yo con esa información?
—Solo quiero recuperar tu confianza.
—Por Dios, Jeno ¿Tú aún crees que entre nosotros puede haber algo más?
