~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Tuvieron una conexión increíble, pero se apresuraron tanto que terminaron por arruinarlo.
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Jaemin se encontraba en su habitación cuando su teléfono empezó a sonar, lo tomó de la mesita de noche, vio el nombre del señor Choi en la pantalla y sin pensarlo más contestó.
—Hola.
—Hola joven Jaemin ¿Cómo está?— dijo el hombre del otro lado de la línea.
—Muy bien, gracias por preguntar ¿Usted cómo está?
—Estoy bien.
—Me alegro mucho, pero dígame ¿A que se debe su llamada? ¿Pasó algo con la empresa?
—No, tranquilo, con las empresas todo está bien, si algo llegara a pasar yo le diría enseguida, no se preocupe. La razón por la cual lo llamo es por que necesito hablar con usted.
—¿De que? Me está asustando.
—Es sobre su madrastra.
Jaemin abrió sus ojos y se quedó callado por unos segundos— Claro, dígame.
—No puede ser así, tiene que ser personal.
—Está bien, dígame dónde y ahí estaré.
—Le mandaré la dirección, no puedo decirla por aquí.
—Okey.
—Bueno, nos vemos en 1 hora en ese lugar, vaya tranquilo, no es nada malo.
—Ya estoy preocupado, pero trataré de calmarme, nos vemos ahí entonces.
—Okey, lo espero— sin más colgó la llamada.
El pelirosa se quedó sentado en su cama procesando la información y segundos después le llegó el mensaje con la dirección, era como un hotel. No lo sabía.
Se levantó de la cama y fue a arreglarse, no tardó mucho por que antes ya se había dado una ducha. Estuvo listo minutos después y salió de su casa subiendose a su auto sin decirle absolutamente nada a nadie.
Puso el GPS ya que no sabía exactamente a donde ir, nunca había ido a ese lugar.
Se preguntarán ¿Que pasó con Jeno? Pues con Jeno las cosas seguían igual, quizás peor, ya no se volvieron a dirigir la palabra y habían pasado casi tres meses de su ruptura y de la fiesta en la discoteca. Jaemin se alejó de todos, solo seguía hablándole a sus dos amigos, realmente no le importaba si tenía amigos o no, solo quería ser feliz y estaba bastante lejos de serlo.
Con Hyunjin las cosas son diferentes, ya que sabía que el chico gustaba de él, pero era imposible corresponderle. Cuando fueron a la fiesta quedaron en que no se volverían a hablar, cosa que quedó en el olvido días después cuando el rubio llegó muy feliz a la puerta de su casa para pedirle que salieran a tomar algo, Jaemin al principio se resistió por lo que habían hablado, pero luego de que Hyunjin insistiera por fin le hizo caso y han estado saliendo casi todos los días, claro que el rubio sabe perfectamente que solo son amigos y no puede pasar nada entre ellos. Es cruel, pero Jaemin quizo dejarlo claro antes de ilusionar más al pobre chico que no pudo encontrar alguien más indicado para enamorarse.
