~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Y si supieras todo lo que pasa por mi mente mientras me pierdo en tu mirada.
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Jaemin abrió sus ojos al sentir las caricias en su cabello. Vio a su novio frente a él mirandolo con una sonrisa.
Se miraron por varios segundos mientras acariciaban la piel del otro, no querían salir de la cama.
—Buenos días, mi amor— dijo el pelinegro con una sonrisa.
—Buenos días.
—¿Cómo dormiste?— preguntó Jeno.
—Bastante bien, ¿Y tu? — dijo mientras bostezaba.
—Muy bien.
Se volvieron a mirar a los ojos, se acercaron al contrario y empezaron a darse pequeños besitos.
—Amor, ya es tarde, tenemos que ir a clases o ¿Prefieres quedarte aquí a descansar? Puedo llevar una excusa que diga la razón por la cual no vas— dijo el pelinegro acariciando el cabello de Jaemin.
—No quiero que te vayas, quiero que te quedes conmigo— dijo haciendo pucheros.
—No puedo bebé, ya van varios días que pierdo clases, te prometo que cuando vuelva voy a traerte algo ¿Que quieres?
—Te quiero a tí.
Jeno suspiró mientras pasaba una mano por su cabello— Amor, no puedo quedarme, lo sabes, te prometo que trataré de volver temprano.
Jaemin negó con un puchero y lo abrazó más a su cuerpo, puso sus piernas alrededor de la cintura del mayor— No te vayas, quedémonos aquí abrazaditos, no quiero estar solo.
El pelinegro dejó un beso en su frente y luego en su pequeña nariz— Bebé...
—Jen... Yo quiero quedarme aquí, pero quiero que tú te quedes conmigo ¿Es mucho pedir?
—Sé que quieres que me quede, pero llevo días quedándome a tu lado por que no me dejas levantarme, no puedo quedarme aquí todo el tiempo, mi amor, debo ir a la escuela, hacerte la comida, hacer tareas, ayudarte a pasar las clases para que no te atrases, debo cuidarte, son muchas cosas, bebé, de verdad, te prometo que no tardaré, te voy a traer algo ¿Que quieres? ¿Un helado? ¿Papitas? Lo que tú quieras te lo traigo.
Jaemin lo miró mal, se separó de él y le dio la espalda— Vete, ya no quiero verte.
—Hey, amor, no te enojes— dijo el mayor acariciando el hombro del pelirosa— Debo irme, pero te prometo que vuelvo súper rápido, no te pongas así.
—Si te vas a ir vete de una vez, no quiero verte ahora.
—No puedo dejarte así, me preocupo por tí, bebé ¿Por qué no quieres que me vaya?
Jaemin se quedó callado por un rato mientras le daba la espalda a su novio.
—¿Que pasa mi amor? ¿Por qué no quieres que me vaya? ¿Por qué quieres que me quede contigo todo el tiempo?
