~Tenía los ojos café, su típica sonrisa y un carácter de mierda. Pero cuando estabamos juntos, esos ojos brillaban por mí, esa sonrisa me pertenecía, su carácter se iba a la mierda y para mí era lo más tierno que podía existir.~
• Lenguaje explicito...
Lo necesito a él y a su insoportable manera de ser.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jaemin estaba acostado en su cama pensando en su novio, no lo había visto desde hace 2 días, no habían hablado. Jeno no había ido a la escuela.
Quería verlo, estaba enojado con él pero lo amaba y necesitaba verlo, así sea de lejos, necesitaba saber si estaba bien.
Suspiró pesado y miró el oso de peluche gigante que Jeno le había dado en el viaje. Había estado durmiendo abrazado a él.
Lo tomó en sus brazos y lo abrazó, era tan suave. Sus ojos se aguaron y segundos después una lágrima resbaló por su mejilla.
Estuvo un rato pensando que hacer, necesitaba olvidarse de Jeno por un momento, ya no quería pensar en lo que había pasado.
Estaba metido en sus pensamientos hasta que su teléfono empezó a sonar.
Lo tomó y contestó sin ver quién lo estaba llamando.
—Hola— dijo Jaemin sin ganas.
—Hola hijo— dijo su padre del otro lado de la línea.
Jaemin sonrió y sin darse cuenta ya tenía muchas más lágrimas en sus mejillas. Lo extrañaba tanto.
—Papá— dijo con un hilo de voz.
—Mi niño ¿Cómo estás?— preguntó su padre.
—Estoy muy bien ¿Y tú?— su voz estaba temblorosa.
—Me alegro mucho, mi amor, yo estoy bastante bien, extrañándote mucho, no sabes cuánto.
Jaemin moqueo un poco.
—Cariño ¿Estás llorando?— preguntó su padre.
—No, es que estoy muy feliz de hablar contigo, yo también te he extrañado mucho, demasiado— dijo el pelirosa limpiando las lágrimas que no dejaban de salir.
—Mi amor, sé perfectamente que estás llorando, te conozco, pero no lo hagas por favor, no me gusta que lo hagas, nada merece tus lágrimas.
Jaemin sintió su corazón estrujarse y lloró sin importarle que su padre lo escuchara— Quiero verte, te necesito papá.
—Ya mi niño, tranquilo, lo siento por hacerte llorar, lo siento por dejarte solo, te prometo que trataré de pasar el mayor tiempo contigo, pero por favor ya no llores.
Jaemin trató de calmarse y limpió sus lágrimas— ¿Cuando vienes?— preguntó con una voz suave.
—Para eso te llamé mi amor, ahora mismo estoy en un avión a punto de volar hacia Seul.
—¿De verdad?
—Sí mi bebé, aún no termino el trabajo aquí pero te extraño y necesito saber que estás bien, necesito cuidarte, ya no soporto estar así, me duele saber que estás solo, por eso decidí llevarme el trabajo a casa y pasar más tiempo contigo.
