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Me seguiré enamorando de ti todos los días.

Estaban acostados en la cama mientras regulaban sus respiraciones, hace apenas unos minutos habían terminado su tercera ronda del día, y apenas eran las 10 de la mañana

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Estaban acostados en la cama mientras regulaban sus respiraciones, hace apenas unos minutos habían terminado su tercera ronda del día, y apenas eran las 10 de la mañana.

El mayor acariciaba la cintura de su novio mientras le daba besos en el hombro.

—¿Estás bien?— preguntó el pelinegro.

Jaemin asintió y tomó la mano de su novio para entrelazarla con la suya.

El mayor tomó su miembro y empezó a pasarlo entre las nalgas de su pequeño novio.

—Ahora no, amor, ya lo hicimos tres veces, aparte, ayer también lo hicimos, estoy cansado— dijo dándose la vuelta para mirar a Jeno.

—Aún tengo ganas.

—Dejame descansar, en la noche si quieres podemos hacerlo otra vez, pero ahora no, me duele.

Jeno suspiró— Está bien, ahora vamos a bañarnos, aunque quisiera no podemos pasar nuestro aniversario follando todo el día.

—Primera vez que dices algo sin pensar con el pene.

El mayor soltó una risita y le mordió el hombro— Vamos, te tengo una sorpresa.

—¿Esa que me dijiste que me iba a encantar?— preguntó Jaemin levantándose de la cama, caminó hacia la maleta y empezó a buscar su ropa.

—Esa misma, en serio no vas a dejar de gemir de felicidad.

—¿Gemir? ¿De que se trata todo esto?— preguntó el pelirosa con una sonrisa.

—Cuando salgamos de bañarnos vas a saber de qué trata.

—Espero que sea tan buena como dices, ya me he ilusionado— dijo el menor tomando su ropa para después mirarlo.

—Nunca la vas a olvidar, ahora a bañarnos.

—Pero no juntos.

—¿Por qué?— dijo Jeno haciendo un puchero mientras lo tomaba de la cintura.

—Porque si nos bañamos juntos vamos a hacer de todo menos bañarnos.

—¿Y eso no te gusta?— preguntó el mayor con una sonrisa pícara.

—Claro que me gusta, pero ahora estoy cansado.

—No voy a tocarte.

—¿Lo prometes?

Jeno dudó un poco— Eso creo.

—Idiota, me voy a bañar y luego lo haces tú.

—Pero amor, yo quiero bañarme contigo.

—Pues te aguantas, eso te pasa por dejar que tu pene te domine— dijo el menor antes de entrar al baño y cerrar la puerta con seguro.

Estuvo unos largos minutos en la ducha mientras lavaba su cuerpo.
Salió del baño oliendo al jabón y shampoo que había usado.

Your Eyes On Me - Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora