Muchas veces somos muy afortunados y no nos damos cuenta, estamos tan acostumbrados a las cosas que tenemos que no somos conscientes realmente de lo privilegiados que somos, vemos tan normal tener una televisión en nuestras casas, un teléfono, una laptop, con el simple hecho de que tengas acceso a este libro y estés leyendo estas palabras podemos deducir que eres alguien muy privilegiado.
Realmente hay muchas personas que la están pasando mal allá afuera, y tan cerca de nosotros, ese niño o esa niña que ves pidiendo dinero en los semáforos es de las muestras más cercanas que tienes de eso, hay gente sin un lugar donde pasar la noche, gente que no tiene 3 tiempos de comida al día con sus tortillas y su pollo calientito, gente que tiene llenos de callos los pies porque no tiene calzado para caminar, gente sin agua potable, sin luz eléctrica en sus casas, gente sin todas sus extremidades, gente que ha perdido alguno de sus sentidos, gente enferma agonizando en los hospitales, niños siendo entrenados y equipados con armas para morir por guerras absurdas, gente siendo abusada o torturada y tú viviendo tu vida tan cómodamente como sí nada de eso estuviera pasando.
Claro que no es tu culpa, tú no tienes ninguna obligación de darle de alimentar ni donde dormir a todas esas personas, todas esas personas son víctimas de un sistema ineficiente y unos malos padres o simplemente de mala suerte y si, se que sonaré como abuelita pero por el hecho de que tú tuviste suerte y tienes muchas comodidades y lujos deberías ser más humilde y agradecido con la vida en vez de estarte quejando porque tus padres te mandan a hacer cosas que son obligación tuya y porque tienes amigos o conocidos que tienen más que tú y no hacen ni la mitad de las obligaciones de las que tú haces.
Hay personas con el teléfono de tus sueños, carro propio, una moto, sus padres les dan una mesada más que considerable, nunca tuvieron que trabajar nunca para pagarse sus libros o alguna otra cosa que querían, solo se la pedían a sus padres y en cuestión de horas ya la tenían en su poder, nunca tuvieron que cocinar o siquiera tender sus camas o lavar su ropa, para todo tienen sirvientes o sus propios padres hacían todo esto por ellos y para cerrar con broche de oro todas las cosas que ellos siempre exigen lo hacen de una forma prepotente creyéndose reyes del universo como si todos deberían hacer lo que ellos piden solo por su egocentrismo y por ser mal acostumbrados de esa manera.
Y ese es el otro lado de la moneda no crees, hay personas que están en peores condiciones que en las que estamos nosotros pero también hay personas que tienen condiciones mucho mejores que las nuestras y que en muchas ocasiones esas personas ni se las merecen así que, entonces qué lado debemos tomar de referencia para saber hasta qué punto ser humildes y agradecidos y en qué punto exigir que se nos den más cosas y reprochar que se nos están dando más obligaciones de las que deberíamos tener? la verdad es que después de haber estado pensando tanto en este dilema llegue a una conclusión que creo es la más apropiada para saber cómo llevar este tema de ser agradecido en cierto punto y a la vez exigir ciertas cosas que nos merecemos por el otro lado.
La conclusión es que cada caso es individual y no podemos estarnos comparando con las demás personas porque cada quien tiene su propia vida hay gente mala pasando penas y gente buena disfrutando de muchos lujos porque cada caso se busco su propia suerte así como también hay gente muy buena pasando penas y gente realmente abusiva gozando de lujos que no merece pero la verdad es que nada de eso está en nuestras manos, a veces es nuestro propio esfuerzo quién nos pone en dónde estamos y a veces la casualidad puede poner a diferentes personas dónde no se merecían estar y no es nuestro asunto poner a todos donde deberían estar, es algo que para empezar llevaría mucha inversión y esfuerzo.
Así que deberíamos hacernos una autoevaluación a conciencia de lo que tenemos y si realmente nos lo merecemos según nuestras actitudes o estamos siendo unos aprovechados y altaneros por exigir cosas que honestamente no nos merecemos, si después de esta evaluación determinas que eres muy agradecido a pesar de que no tienes tanto pues deberías seguir así, mientras más agradecemos la vida y todo lo que tenemos más cosas buenas llegan a nuestras vidas por raro que parezca y si por el otro lado llegaste a la conclusión de que estás siendo más avaricioso de lo que deberías empieza a agradecer más por todo lo que tienes y veras como mejora tu vida y te sientes más feliz.
Y no, con ser más agradecido no me refiero a que te pongas a orar o hagas cualquier otro rito de los que hacen los fanáticos religiosos para sentirse perdonados o en paz porque creen que así todas sus culpas y abusos son perdonados, agradece con acciones, ayuda con los quehaceres de tu casa, se más cortés con las demás personas, no desperdicies el dinero ni el tiempo de tus padres y haz algo con tu vida porque solo tienes una y cada día te queda menos tiempo de ella así que empieza a agradecer más la vida porque al final todo eso te regresará de vuelta y puede que incluso de la manera que menos te lo imaginas.
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Cómo no valer verga en la vida
AléatoireLiteral lo que dice el título, es un libro que pretende que comprendas de una mejor manera la vida y apliques todo lo leído en tu vida y no, no es un libro de autoayuda castroso como todos los que venden en cualquier librería, tiene un toque juvenil...