Valentía

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Hay un gran problema para todos aquellos que siguen sus sueños en la vida, llega un momento en que te quedas paralizado porque tienes que enfrentar tus miedos. Ya sea las alturas, hablarle a una chica, hablar en público, las heridas, la soledad o cualquier otro y muchas veces este miedo es racional o justificado, es uno de los vestigios de nuestros antepasados que les permitieron subsistir en una era primitiva donde el mundo estaba poblado por un montón de sapiens.

La biología hizo que desarrolláramos mecanismos de supervivencia innatos contra animales o situaciones que nos ponen en peligro de muerte como el miedo a las alturas, cualquier caída desde una distancia considerable significaba una lesión grave o hasta incluso la muerte, por eso al subirnos a una atracción o juego mecánico que nos deje caer rápido desde una gran altura nos hace sentir miedo e intentamos evitar esa sensación, el miedo a las serpientes, si te topabas con una serpiente venenosa y te mordía era cuestión de minutos para que se te gangrenara la extremidad o murieras envenenado, el miedo al fuego, que es menos común pero evitamos acercarnos mucho al fuego porque nos podría ocasionar una quemadura incluso de tercer grado y con ello un gran dolor durante el proceso además de un daño tisular probablemente irreversible.

Todos estos miedos mantuvieron vivos a nuestros antepasados durante muchos años pero desde que el ser humano se empezó a desarrollar y a construir inventos, empezamos a usar el fuego de manera controlada, aprendimos a domesticar algunas especies de serpientes e hicimos deportes y atracciones que se hacen y se disfrutan a grandes alturas. Aprendimos a dejar el miedo por un lado y enfrentarlo para seguir desarrollando la sociedad que a día de hoy tenemos pero en nuestra psique aún tenemos huellas de ese instinto de supervivencia, por eso sin que nos hayan dicho que se debe sentir miedo ante un animal salvaje, una serpiente o a las alturas tenemos un miedo natural que sigue formando parte de nosotros como seres humanos.

Pero un señor hace mucho tiempo habló acerca del miedo y de cómo poder enfrentarlo, este señor se llamaba Baden Powell, el cual es el fundador del movimiento mundial Scout, este señor estipulaba que para afrontar tus miedos tienes que simplemente hacer las cosas que te dan miedo sin pensarlas tanto ¿pero cómo? bueno él decía que es como tomar una ducha de agua fría, solo te metes sin estar dando vueltas en tu cabeza a la idea de que bañarse con el agua fría es una sensación desagradable, no hay que pensar tanto las cosas, mientras más lo piensas menos vas a querer entrar a la ducha, lo mismo es con el miedo, no hay que pensarlo tanto y lanzarse con valentía y hacer lo que tenga que hacerse.

El famoso actor Will Smith en una entrevista o charla motivacional hablaba del mismo tema y de cómo él enfrentó el miedo al tirarse de un avión en paracaídas, no pudo dormir toda la noche al estar pensando en que al día siguiente saltaría de un avión, no desayunó, estuvo nervioso antes y durante el despegue del avión, se abrió la compuerta y pensó, diablos es la primera vez que estoy en un avión con la puerta abierta, cuando te tiras en paracaídas por primera vez no te lanzas sólo, te lanzas con un paracaidista, entonces mientras va en el avión intenta charlar un poco con la persona y asegurarse de que esta tenga intenciones de seguir viviendo para distraerse un poco antes de lanzarse.

Luego dijo que ves como todas las personas desaparecen al saltar del avión y ya sólo quedas tú y empieza la cuenta regresiva 3... 2... y en el 2 te lanzan porque la gente se suele agarran en el uno, y cuando reaccionas estás ahí, cayendo al vacío y lo empiezas a disfrutar, no sientes algo desagradable, sino como si el viento te frena el cuerpo y admiras el paisaje y todos los edificios que se ven a lo lejos. Y después de contar toda su anécdota con lujo de detalles dijo que detrás de tus miedos y las cosas aterradoras se encuentran aquellas experiencias y sensaciones increíbles, la belleza del mundo y de la vida, sufres por el miedo que se te pone enfrente cuando aún no está pasando nada, el miedo nos ciega y no nos deja ver las cosas maravillosas de la vida, tienes que respirar profunda y tranquilamente, pensar que la situación podría ser más aterradora y lanzarte a lo que venga, a lo que está detrás de ese miedo, porque es solo una cortina de humo, realmente pueden encontrarse cosas hermosas detrás del miedo y te puedes dar cuenta que ese miedo en realidad no era nada, después de ese pequeño salto puedes estar gozando de un deporte increíble, una gran atracción en un parque de diversiones, de convivir con animales hermosos, de que tal vez también le gustes a la chica o chico que te gusta.

Realmente no hay límites más que tu propia mente y el autocontrol que tengas, si abres la puerta del miedo incluso puedes tener acceso a oportunidades que mejoren tu situación, tu calidad de vida, que te enriquezcas con experiencias nuevas, porque una persona que le tenga miedo a viajar y le llegue una oferta de una beca para estudiar en otro país y mejorar su situación socio económica y no enfrente ese miedo habrá perdido la que probablemente sea la mejor oportunidad de su vida.

Pero sobre todo hay que saber que debes enfrentar el miedo de frente, seguro de sí mismo, porque si te lanzas a lo que te da miedo con dudas las cosas pueden salir mal, no te puedes arrepentir de lo que estás haciendo a medio salto, a veces cuando enfrentamos un miedo no podemos parar a la mitad de la aventura que acabamos de emprender, igual que una canoa en el mar rompe las olas de frente tu debes enfrentar tus miedos de frente, sin vacilaciones porque también si una canoa está de lado mientras y se encuentra con las olas se puede volcar al igual una persona enfrentando sus miedos con dudas puede que se lastime o le salga mal lo que está haciendo, así que da el salto sin pensarlo y disfruta de las recompensas de enfrentar tus miedos y tener valentía.

Cómo no valer verga en la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora