𐚁 CAPÍTULO 1 𓏲ּ ֶָ֢

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» 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍 𝐄𝐍𝐂𝐀𝐃𝐄𝐍𝐀𝐃𝐎 ━━ 𝑼𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒕𝒐𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒇𝒊𝒂 «

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—Tome asiento por favor, en un momento el doctor llegará a darle el pronóstico de su esposa, sea paciente ¿Si?–

—Esta bien enfermera.– El hombre de ojos oscuros camina en dirección a una de las sillas para sentarse, aún se encontraba intranquilo, pues su esposa había entrado hace dos horas a la sala de cirugías.

El trabajo sobrecargado y la tensión de cada día agobiaban y frustraban al personal de cierto hospital que poseía el señor Leonhart, quien se encontraba a régimen de una bella mujer de ojos celestes como el mismo cielo, poseedora de unas hebras amarillentas y cuerpo esbelto pero bien formado.

—Oh joven Armin, la señorita Annie lo espera en su oficina, necesita hablar con usted.– Menciona la recepcionista en cuanto visualiza al rubio caminar hasta llegar al lugar en donde ella se encontraba.

—Gracias, justo estaba por ir con ella.– Responde el joven, continuando sus pasos hacía aquella oficina que daba vuelta por el gran pasillo.

Siguió su camino llevando consigo unos papeles de registro dentro de un portafolio manila que la enfermera le entregó; cuando al fin llegó a la oficina, dió un leve toque para tener la orden de ingresar.

—Adelante.– Escuchó el rubio desde adentro tomando la perilla y girando para ingresar al interior. —Asegura la puerta por favor.– Musita la joven mientras ordenaba un portafolio en un estante no muy lejos de la entrada.

Armin obedece las órdenes de su jefa al tomar el botón que permitía el pase de la puerta a la oficina, antes de dar vuelta, una chispa corta logra chillar la piel del rubio, su cuerpo se estremece ya que unas manos blandas acarician sus hombros mientras colocaba el seguro a la puerta.

Poco a poco su respiración se fue intensificando y sin persuadir tanto, los latidos de su pecho dieron punzadas fuertes como el resto de su cuerpo. Bajó su mirada a su pecho, visualizando como las manos blancas liberan los botones de su camisa.

—Demoraste un poco.– Susurra la rubia mientras continuaba en lo suyo hasta dejar al descubierto lo que tanto ansiaba sentir.

—Estuve en una reunión con tu padre.– Responde el tomar las manos de la rubia depositando un beso en ellas.

El cuerpo de Arlert gira ya con la camisa entre abierta, toma el rostro de su amada para acariciar de manera gentil sus mejillas y deposita un beso lleno de amor, pero no solo fue eso, intensifica un poco sus labios hasta desatar una danza de pasión entre sus bocas, dos sensaciones mezcladas entre si que despertaban en él cada vez que se encontraba a solas con la mujer que amaba.

Annie retrocede unos cuantos pasos junto con Armin sin despegar sus labios de aquella danza pasional hasta llegar al escritorio, el rubio toma las caderas de su contraria y levanta su cuerpo para sentarla sobre la mesa, una de sus manos juguetea con el cabello suelto de Annie y la otra acaricia el muslo esbelto por debajo de la falda.

Las respiraciones se hacen cada vez más agitadas, Annie baja sus labios hasta el cuello del rubio dejando caer la camisa al suelo, continuó bajando hasta llegar al pecho desnudo dejando algunas marcas rojizas a su paso, había esperado por horas el momento oportuno para estar a solas con él, pues ya hacía unas semanas que no habían sumido sus deseos íntimos debido a la carga de trabajo, con las justas lograban verse de vez en cuando a pesar de trabajar en el mismo edificio.

𐚁 CORAZÓN ENCADENADO 𓏲ּ ֶָ֢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora