Twilight's Priestess (Emmett Cullen)

Capítulo 2 Settling In.

Capítulo 2 Settling In.

Emmett estaba en su habitación mirando el techo, estaba aburrido, se aburría y se sentía solo. En todo el tiempo que había sido vampiro, Emmett nunca se había sentido solo, pero todo empezó a cambiar cuando Rosalie encontró a su pareja. Kostas era un vampiro griego vegetariano de doscientos años que habían conocido un invierno de hacía veinte años mientras vivían en Nueva York. Era un nómada de paso por la zona cuando se encontró con Rose y congeniaron desde el principio.

Emmett se alegró por ella, no estaba en absoluto celoso. Al fin y al cabo, Rosalie siempre había sido una hermana para él, nunca una pareja potencial. Aunque al principio intentaron estar juntos, descubrieron que no congeniaban bien en ese sentido. Así que cuando ella y Kostas se casaron, Emmett fue el padrino. Además, aún tenía a Edward para que lo acompañara, pero ahora todo eso estaba cambiando. Al parecer, Edward había encontrado a su cantante de sangre, su pareja, y pasaba todo el tiempo posible con Bella, lo cual estaba bien. Pero eso dejaba a Emmett completamente solo y le hacía empezar a darse cuenta de que él también quería encontrar a su pareja.

Emmett suspira y coge un balón de fútbol y empieza a lanzarlo al aire, de repente oye a Alice gritar. Alarmado, Emmett sale corriendo de su habitación y casi choca con el duendecillo que acababa de subir corriendo a su habitación con Jasper no muy lejos.

-¡Está aquí!- grita Alice.

-¿Quién está aquí?- Preguntan Emmett y Jasper al mismo tiempo.

-Tu compañera, Emmett, tu compañera finalmente se ha mudado a Forks-.

-¿De qué estás hablando?- Emmett pregunta.

-Hablo de la visión que tuve de tu compañera, hace tiempo que tengo flashes tuyos con tu compañera y ahora por fin está aquí-. Le dice Alice.

-Y me lo dices ahora porque...- Pregunta Emmett un poco irritado.

-Porque te conozco y te habrías puesto ansioso e insoportable si te lo hubiera dicho antes-.

En ese momento Edward entra en la casa y ve la visión que acaba de tener Alice, reconoce al instante a Kagome. Está a punto de decir algo pero Alice le grita por lo bajo.

-¡Edward, no te atrevas a decir nada!- Haciendo que Edward se trague las palabras que tenía en la punta de la lengua.

Emmett mira a Alice y luego a Edward, y se encoge de hombros. -Entonces, ¿cuándo voy a conocer a esa supuesta compañera mía?-

Alice resopla y se cruza de brazos, -No es supuesta, Emmett, es tu compañera y la conocerás el lunes. ¿Cuándo me he equivocado?-

Emmett le sonríe, -Nunca, Pixie-, la sonrisa de Emmett se convierte en una sonrisa traviesa, -¿Es bonita?-.

Alice tararea y vuelve a bajar las escaleras, -Eso lo tengo que saber yo y lo tienes que averiguar tú-.

Emmett se ríe y sacude la cabeza, se da la vuelta y vuelve a entrar en su dormitorio.

Al día siguiente, Bella, una vez más, le pregunta a Kagome si quiere ir con ella, pero Kagome se niega. Ella decide terminar de desempacar su ropa mientras espera que lleguen sus otras cosas. Mientras está desempacando, escucha una bocina afuera y corre hacia arriba. El camión de reparto ha llegado con el resto de sus pertenencias, Kagome procede a indicar a los repartidores que bajen sus cajas. Una vez que se han ido, ella mira alrededor de su habitación y se da cuenta de algo.

-Toda mi vida está ahora en estas cajas-.

Kagome suspira y se dirige a la caja más cercana y comienza a desempacar. Primero desempaca lo que queda de su ropa y luego pasa a sus libros. Cuando llega a la caja que contiene sus cosas de la Era Feudal, siente que los ojos comienzan a escocerle. Kagome respira profundamente, puede hacerlo.