Twilight's Priestess (Emmett Cullen)

Capítulo 17 Training Day.

Capítulo 17 Training Day.

Kagome se sienta en el Jeep de Emmett y observa cómo Jasper lanza fácilmente a Emmett por los aires. Aterriza con fuerza en el suelo, pero se pone en pie inmediatamente con aspecto casi enfurecido.

-Otra vez-. gruñe.

Jasper y Emmett vuelven a pelearse. En ese momento Bella y Edward aparecen en su Volvo, se bajan y se dirigen hacia los demás. Kagome salta del Jeep de Emmett y se dirige hacia él. Le da un abrazo a Emmett y lo besa haciendo que se calme. Bella saluda a todos y luego la atención de todos se dirige hacia la dirección opuesta.

-Ya están aquí-.

Sam y los demás salen al claro en sus formas humanas. Sam está decidido a cumplir lo que le dijo a Kagome. Se acerca a Carlisle y le ofrece su mano, Carlisle la acepta.

-Me gustaría que esto fuera el comienzo de la tregua entre la manada y los Cullen-. Le dice Sam.

-Eso me gustaría, Sam, pero ¿por qué ese repentino cambio de opinión?-.

-Kagome me ha hecho ver que hay un verdadero mal ahí fuera y que todos ustedes no son malos. Luchan contra sus propios instintos para ayudar a proteger a los humanos, y debemos trabajar juntos para hacerlo.-

-Gracias, Sam-.

Sam solo asiente, mira a Kagome y le dedica una sonrisa que ella le devuelve con la mano. Sam vuelve a caminar hacia la manada, todos toman asiento en unas rocas y esperan lo que sigue. Carlisle se adelanta para dirigirse al resto de la manada.

-Gracias a todos por venir y bienvenidos. Jasper tiene experiencia con los recién nacidos. Nos enseñará cómo vencerlos-.

-¿En qué se diferencian de todos ustedes?- Pregunta Jared.

-Son mucho más fuertes que nosotros, porque su propia sangre humana permanece en sus tejidos. Nuestra especie es más poderosa físicamente en los primeros meses de esta vida-.

La manada se mira entre sí. Carlisle mira a Jasper para que empiece a explicarse.

-Carlisle tiene razón. Por eso se crean. Un ejército recién nacido, no necesita miles como un ejército humano. Y ningún ejército humano podría enfrentarse a ellos. Las dos cosas más importantes a recordar son, primero... Nunca dejes que te rodeen con sus brazos. Te aplastarán al instante. La segunda... Nunca vayas por las tácticas obvia. Estarán esperando eso. Y perderás-.

Kagome está de pie junto a Emmett en el campo escuchando lo que dice Jasper cuando de repente sonríe. Aprieta la mano de Emmett.

-Ya está aquí-. Dice Kagome con un tono emocionado.

-¿Quién está aquí?-

-Kouga-.

Justo en ese momento un torbellino aparece de la nada haciendo que todos corran a cubrirse. Pueden escuchar desde el interior del torbellino que alguien grita...

-¡MI MUJER!-

Entonces, de repente, un hombre con orejas puntiagudas, garras y colmillos y una cola con ojos azules helados está de pie frente a Kagome. La coge en brazos y la hace girar, Kagome se ríe.

-Kouga bájame-.

-Sí, Kouga, bájala-. Advierte Emmett.

Kouga parpadea como si recién se diera cuenta del gran vampiro que está junto a Kagome.

-Tranquilo, vampiro, no te estoy robando a tu mujer, hace 500 años que no veo a esta belleza, no puedes culparme por estar contento-.

-No me importa, suelta a mi novia-. Emmett gruñe.