Capítulo 15 | Verdad

386 53 3
                                    

—Asegúrate de que nadie se entere de esto, estaré muerto. 

Habíamos encontrado un topo dentro de los Black Dragons, Kisaki le había dado un buen fajo de billetes a cambio de que nos diera información sobre esa pandilla. 

—En primer lugar, el jefe... 

No pudo seguir hablando, ya que Kokonoi apareció por la puerta.

—¿Eh?

—¿Qué está pasando aquí? ¿Un impostor? —estaba enfadado, pero su característica sonrisa seguía intacta. 

—¿Qué demonios? ¿Ya nos han descubierto? —protestó Chifuyu. 

—¿Sabes lo que le pasó al último topo? Fue bastante duro. 

—Lo has entendido mal, Koko.. —casi vi como le caía una gota de sudor —. Yo estaba...

—Es tortura para ti~ —interrumpió Koko —. Llévate a este pedazo de mierda de aquí. Bueno, ¿qué hago ahora con vosotros? 

—No venimos a pelear —tranquilizó Kisaki. 

—Cien mil. 

—¿Qué? 

—Cien mil y hablar un rato con la chica de allí —me señaló —. Me dais eso y os digo toda la información que queráis.

—Sólo los cien mil, Ivy no puede estar contigo —intervino Takemichi.

—Bueno, entonces, no hay trato —comenzó a salir por la puerta. 

—Espera —lo paró Kisaki —. La chica estará bien, aceptemos. Es una buena oferta. 

—Coincido —intervení, está claro que Takemichi no sabe que lo conozco, no pasará nada. Estoy segura. 

—El jefe nunca está solo, siempre tiene a cinco guardias con él, excepto un día. Navidad —comenzó a explicar el pelinegro —. Él va a esa iglesia a rezar y está siempre solo. ¿Es todo? 

—Sí. 

—Muy bien, entonces —me agarró del brazo —, me llevo a la señorita. 

Kokonoi me llevó a la salida del edificio, iba a preguntar a dónde íbamos pero parece que pilló mis intenciones. 

—No preguntes, no te voy a responder —habló en un tono mucho más frío que dentro del lugar anterior. 

Poco después, entramos a un edificio abandonado, no tenía puertas, ventanas y estaba totalmente abierto. Al estar en ruinas, se aseguraban que no entrase nadie extraño ni peligroso, y si lo hacían, se vería desde cualquier punto del establecimiento. 

—Mira, Ivy. Inupi y yo hemos intentado hablar contigo por las buenas, pero parece que eres muy rencorosa —se acercó a mí y agachó su vista. Me sacaba al menos una cabeza de altura. 

—¿A qué te refieres? —pregunté confundida. 

—Inupi me contó vuestra conversación de hace unos días, parece ser que no te quieres largar. 

—No te hagas el tonto, Kokonoi —sonreí falsamente —. Estoy segura que no le has dicho nada de Vries. ¿Quieres que lo haga yo? —lo encaré. 

—Cierra la puta boca. Ni se te ocurra decir nada de eso. 

—¿Y quién me va a obligar? —pregunté sarcástica —. No puedes hacerlo. 

—¿Sabes? Realmente a mí me importas una mierda —dijo, y dolió, porque para mí era una persona muy importante aunque nunca lo admitiría —. Es a Inupi al que le importas, demasiado. ¿Estará enamorado de ti? No lo sé, pero me da igual. 

Hassle | Tokyo Revengers x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora