Hassle | Tokyo Revengers x OC

Capítulo 10 | Perdón

Hoy iría a darle mi regalo a Emma.

Es sencillo.

Llego, la saludo, le doy mi regalo y me voy. Sin más interacciones.

—¡Takemichi!

El chico estaba muy pensativo andando con las manos en los bolsillos.

—Takemichi —repetí.

—Ivy —el chico por fin se dió cuenta de mi presencia.

—¿Estás bien?

—Sí, sí. Acaba de volver de estar con Draken.

—¿Draken?

—Sí, incluso me enseñó su casa, tiene un montón de fotos, en algunas sales tú.

—Ya veo —dije divertida —. ¿Y a dónde te diriges?

—A donde me lleve el viento.

—Entonces ven a acompañarme a casa de Emma.

El chico aceptó y emprendimos el camino.

—¡Mira Ivy, es Emma! Corre —se dirigía hacia gran velocidad hacia ella.

—¡Espérame!

Se paró en seco.

—¿Qué pa-

—Te quiero, Mikey —decía Emma.

La rubia abrazaba a Mikey, mientras que el nombrado tenía una mirada triste.

—¡Ivy, no mires! —intentaba taparme los ojos.

—Takemichi, ya lo he visto —dije neutral.

—L-Lo siento, tiene q-que ser un mal entendido. Mikey no te haría esto n-nunca.

—¿Mikey? ¿De qué hablas?

—¿Eh? Yo pensé que tú y Mikey... Ya sabes.

—No —soné un poco más cortante de lo que quería.

—Menos mal... —suspiró —. Entonces no hay na-. Un momento... DRAKEN.

Draken y Emma, dos tontos enamorados que no se dicen nada entre ellos.

—Mierda, Ivy. ¿Qué hacemos?

—¿Por qué tendríamos que hacer algo? —pregunté.

—En efecto tenemos un caso entre manos, mi querido Watson.

—¿Hina?

—¿Qué haces aquí?

—Hola —intervino otro chico.

—¡Naoto!

El chico es el hermano pequeño de Hina.

—Sentimos asustaros, os hemos visto mientras estábamos de compras.

—Emma se desvive por Draken —volvió al tema Hina —. Esto no puede estar pasando.

—¿De qué habláis? —estaba muy perdida. No entendía el comportamiento de ellos.

—Sí... —me ignoraron completamente.

—¡Voy a resolver este misterio!

Decidieron perseguirlos y yo por tal de no quedarme atrás hice lo mismo.

—¿Por qué hacemos esto? —seguí insistiendo.

Emma le daba de comer a Mikey un pastel bastante apetecible.

—Observa los ojos de Emma, ¡Está enamorada!

—¿Enamorada?

—Es cierto —le dio la razón Takemichi.